- Después de casi un año de permiso por ser población vulnerable y un negocio inaugurado, el capitán Carlos Gopar regresa a sus funciones como bombero, pero haciendo movimientos a su gusto.
Por Lourdes Loza Romero
TIJUANA, BC A 13 DE ABRIL DE 2021- Siempre se ha dicho que los bomberos son el sector mas abandonado por las autoridades y que solo son tomados en cuenta cuando los sindicatos necesitan presionar a los gobiernos, para lograr acuerdos antes de que concluyan las administraciones municipales.
Esto para algunos elementos (porque en todas partes se cuecen habas) puede ser la vía libre para hacer movimientos y negocios a su antojo, porque “al cabo nadie los está viendo”.
Para muchos dentro de la dirección de Bomberos de Tijuana, este es el caso del capitán Carlos Gopar Uribe. Heredero del nombre y apellido de uno de los exdirectores más emblemáticos de la corporación tijuanense, el recién fallecido Carlos Gopar Martínez; Gopar hijo ha hecho evidente que su legado será muy distinto al que su padre dejó, partiendo de su polémica salida como titular de la corporación.
Luego de un año de gozar de un permiso para ausentarse de sus labores como bombero, por considerarse población vulnerable al COVID-19, esta semana retomará sus actividades en la Estación 1.
Esto puede parecer normal, debido a que podría ya no considerarse en riesgo ahora que está en marcha el programa de vacunación contra el coronavirus en la entidad, sin embargo, el capitán regresó moviendo a los elementos que lo habían suplido todos estos meses, sin una justificación solida más que el aparente capricho de rodearse de aquellos que él llama “su gente”.
La inconformidad entre los elementos surgió al saber que el capitán Gopar no se comportó como una persona vulnerable en los últimos meses, ya que el pasado mes de octubre se estrenó oficialmente como empresario, al inaugurar un negocio de comida y bebida en el centro de la ciudad.
En las redes sociales del mismo negocio ha quedado registro de las distintas ocasiones en las que el bombero ha participado en eventos y reuniones en este lugar, ubicado en la Calle Novena, a pocos metros de donde anteriormente estuvo la Estación 1.
Dentro de la corporación, otros justifican que el capitán vulnerable tiene derecho a que se le cumplan sus exigencias, dado a que la estación en cuestión es “suya”. A pesar de que no participó en las negociaciones que se tuvieron hace unos años para impedir su desalojo, cuando la autoridad municipal tuvo un conflicto con los dueños del terreno que se arrenda desde 2011.
Durante su “resguardo” se tuvo que cerrar su estación unos días, debido a otro conflicto que hubo entre los propios dueños, lo que provocó que el terreno se dividiera dejando una proporción menor para que sus compañeros hicieran su base. Ocasión que sirvió para recordarle al municipio el pendiente que tienen con ese grupo (material para otra columna).
Por lo pronto el capitán retornara este miércoles a la que dicen que es su estación, cobijado por el actual director el capitán Oscar Páez; por quien dio sus vueltas con los nuevos morenistas para dejarlo bien recomendado y que no lo quitaran de la silla en los meses que le restan a esta administración.
