En esta esquina: ¿Marina del Pilar, candidata indefensa o indefendible?

Por: Sonia de Anda

BAJA CALIFORNIA A 19 DE ABRIL 2021.- El primer debate que se realizó entre candidatos a la gubernatura de Baja California, por lo visto confirmó el peor de los temores de muchos seguidores de Marina del Pilar Ávila Olmeda, abanderada de la coalición “Juntos Hacemos Historia en Baja California”, pues al ser puntero en las encuestas, era obvio que fuera blanco de las críticas, cuestionamientos y ataques de los demás contendientes y hasta de los periodistas que conducían este ejercicio.

Varios de los candidatos dirigieron sus misiles, bien fundados a la candidata de Morena-PT-PVEM como lo hizo Lupita Jones, abanderada del PAN-PRI-PRD; Victoria Bentley de Redes Ciudadanas Progresistas (RCP) y Carlos Atilano del Partido de Baja California (PBC).

La morenista prácticamente ignoró las críticas y cuestionamientos y el único momento en que medianamente lo enfrentó, fue en dos segundos que tenía disponibles de su tiempo para decirle a Jones que se notaba su “desesperación” y fue todo.

Hasta las preguntas directas que le hizo la periodista Rosa María Méndez Fierros sobre si había un rompimiento con el gobernador ante la campaña que ha iniciado para expropiar el Club Campestre, Marina la esquivó y solo se limitó a decir que sería respetuosa de la propiedad privada y que lo demás se lo preguntara al mandatario.

Y por increíble y cómico que parezca, su equipo de campaña salió a emitir una supuesta encuesta en la que afirmó que Marina ganó el debate, pues obvio, no quedaba de otra más que respaldar la incapacidad que mostró su candidata para responder a los ataques.

El debate evidenció que probablemente hubo algún “iluminado” que recomendó a Marina del Pilar no enfrentar las críticas de sus oponentes y sólo se dirigiera a los bajacalifornianos manoteando y con una franca sonrisa, como si le estuviera hablando a niños de cuatro años o simplemente, ella no supo cómo responder porque sus asesores no hicieron la tarea de hacerle el respaldo necesario para sacar los “trapitos al sol” de los candidatos que la colocaron en el centro del fuego.

Conforme fue avanzando el debate, Ávila Olmeda recibía las críticas y se le fue desvaneciendo la sonrisa y aunque ella trataba de ser propositiva con sus planteamientos, perdieron valor ante su falta de respuesta a los señalamientos, porque al igual que cuando los niños van a una piñata, todos observan los palazos y la forma en la que el muñeco se va deformando, pero nadie se pone a pensar en lo que contiene, pues se espera que sorprenda cuando su contenido se desparrame y eso no sucedió con Marina anoche, cuando todos queríamos ver las tablas de las que estaba hecha para ponerles un “estate quieto” a quienes también tiene mucha cola que les pisen.

Es más, el candidato con más “cola”, Jorge Hank, ni si quiera fue mencionado, tan es así que el mismo en su mensaje final habló de su pasado escabroso porque nadie le dio un solo palazo, mientras que Jones se ensañaba con la exalcaldesa porque para eso está participando en esta contienda.

No sé si Marina en algún momento pensó contestarles cómo se merecían, recordándole por ejemplo a Lupita Jones que es una candidata desconectada de Baja California, pues por años no ha vivo en su tierra natal, que después de su concurso de belleza no generó ningún tipo de inversión en esta región y el día que regresó fue para aliarse con los más corruptos del PAN, PRI y PRD.

Tampoco se le ocurrió a la morenista decirle a Hank, aprovechando que estaba tan comprometido con no meterse con una mujer, que no le tenga miedo para hablarle a una y evite usar a otra para atacarla en una alianza de facto como lo hace con Jones, para ver si es cierto que sabe sostener un debate político de altura y no un discurso de hombre complaciente que enfoca sus propuestas a supuestos errores, sin mencionar los que él ha respaldado con gente que ha colocado en los gobiernos del PAN y del PRI.

Ni si quiera se le ocurrió sacarle sus antecedentes a Victoria Bentley que ha vivido por años usando al sindicato de burócratas de botín político, ni le recordó a Atilano su historial sobre la forma en la que ha “defendido” juicios relacionados con propiedades en Tijuana y que no ha sido de la forma más legal, según cuenta la leyenda. Nada, no les dijo nada.

Se le olvidó que los debates son para la confrontación de ideas y cuando en uno de estos se destacan los ataques del pasado, se debe de responder en la misma forma para demostrar que es una candidata que puede defenderse a sí misma y lo hará de la misma forma por su Estado, considerando que Baja California por décadas ha sido desestimado por decisiones centralistas y hoy requieren a un mandatario o mandataria, que defienda las necesidades de los bajacalifornianos más allá de que le guste o no al presidente de México, aunque según Marina, López Obrador quiere mucho a esta entidad.

Prácticamente Ávila Olmeda ofreció que como gobernante será una excelente gestora con buenas palabras y sonrisas lisonjeras ante autoridades centrales, pues defendía sus propuestas basada en sus buenas relaciones, cosa de la que no tenemos duda si se revisa que su carrera en el servicio público empezó en el 2016 como secretaria técnica de la bancada de Morena en el Congreso del Estado y en menos de dos años se convirtió en diputada federal de este partido, donde tan sólo duró seis meses y de ahí fue alcaldesa de Mexicali por poco más de un año y ahora es la candidata a la gubernatura.

Es claro que Marina del Pilar tiene buenas relaciones, pero ¿acaso es lo que necesita Baja California? ¿no son esas negociaciones a nivel central lo que tanto daño le han hecho a esta entidad?

Marina creyó que iba a un debate a exponer propuestas a la ciudadanía destacando la gran labor que ha hecho el presidente de la República y el escaso trabajo que realizó ella misma durante un año dos meses al frente de la alcaldía de Mexicali, un municipio que representa un mínimo porcentaje de la problemática de Tijuana, donde se concentra la mayor parte de los problemas del Estado.

Pensó que podría hablar de sus grandes logros como administradora de esta demarcación y se le olvidó que Mexicali elevó sus niveles de violencia durante su gestión y que fue puntero en muertes e infectados por covid

Por eso ahora dice que mejor los debates se tendrán en las colonias y que ya no regresa a otro porque se pierde mucho tiempo, ya que en 11 minutos no son suficientes y por eso nos quedaremos con las ganas de ver cómo responde a los ataques, ni cómo contesta a sus contrincantes con pasado más atropellado que el de ella, ni cómo defenderá como se debe a Baja California ante abusos de la federación.