Por: Sonia de Anda
TIJUANA, BC 9 DE ABRIL 2021.- Las campañas electorales se han convertido en todo un espectáculo de boxeo. Tal y como ocurre en ese deporte de contacto, en las contiendas por la gubernatura no hay lealtades y el ganador no es el más fuerte, sino el que tiene más dinero, el más hábil para negociar y que recibe menos golpes y esa, no es Marina del Pilar Avila Olmeda , candidata de la alianza “Juntos hacemos historia en Baja California” (Morena-PT-PVEM).
En este tipo de contiendas, los golpes bajos se ven más seguido de lo que deberían ocurrir y empezaron antes de que iniciaran las campañas, cuando se subió al cuadrilátero el gobernador Jaime Bonilla que agarró de punching bag al empresario de las apuestas, Jorge Hank Rhon y quizá pensó que le declararían el nocaut antes de iniciar la contienda, luego de que le asestó el último gancho al hígado para intentar dejarlo fuera de combate, al acusarlo de ser el líder del Cartel Jalisco Nueva Generación y generador de la violencia en Tijuana.
No sé si Bonilla olvidó que Hank en ese momento sólo era su sparring y que inició una pelea apenas de exhibición, que no cuenta, porque la de campeonato estaba por venir y le dejó a Marina del Pilar una amplia cartera de rivales y un público agitado que quiere ver la forma en que ella defenderá su título por estar a la cabeza de las preferencias electorales, sin medir que su capacidad de respuesta la ubica con su pesaje por debajo del que tienen los otros peleadores que la van a atacar con mucho más sagacidad y son categorías superiores.
- El Peso Ligero
La morenista Marina del Pilar ha demostrado una y otra vez que está en la pelea, esquivando los golpes, no contesta preguntas concretas, no da cifras, no ofrece cambiar la política vengativa que comenzó Bonilla, no se atreve si quiera a definir si va a asistir a uno de los tres debates que ha programado el Instituto Estatal Electoral.
Ella cree que ya ganó porque repite donde quiera que va, que replicará las políticas de Andrés Manuel López Obrador, pero procura no decir Jaime Bonilla, pues el modelo a seguir es el presidente de la República y pensará que sólo tiene que esquivar golpes en estos combates preliminares y aguantar para cansar a su rival porque está muy segura de las encuestas.
Es más, repite el discurso que le dictó el dirigente nacional de Morena cuando vino a respaldarla y declararla ganadora de la elección a dos días de haber iniciado las campañas, así que ella sólo se enfoca en el punching ball, (pera de entrenamiento), contestando que donde quiera que va, la gente la reconoce como la que dará continuidad al gobierno de la 4T en Baja California
¿Para qué se desgasta contestando a retos de los demás? Si ya ganó, pero se le olvida que en posiciones similares llegó a estar su líder, López Obrador en las encuestas de las dos elecciones presidenciales que perdió, por una serie de cross (golpe cruzado) que le asestaron todos sus rivales y a los que no respondió en debates, por no considerarlos necesarios y él, es claro ejemplo de lo traicioneras que son las encuestas.
- El Peso Wélter
Y desde esta esquina donde nace la Patria, que vivió de cerca la euforia de ser Baja California tierra natal de la primera Miss Universo que ha tenido México, vemos a la mexicalense Lupita Jones que resultó ser toda una “fighter” de peso Wélter, que sólo lanza “uppercuts” (gancho al mentón) a Marina del Pilar a la que ni si quiera llama por su nombre, sino se refiere como “la otra” (eso me recordó a la canción de Pimpinela cuando le decía “a esa”), perdón por la distracción, es que a veces me sale el TDA (Trastorno por Déficit de Atención).
Pero volviendo al ring, Guadalupe Jones Garay, como siempre dije, es la que elegida por esta alianza de facto entre el PRI-PAN-PRD y PES para quitarle puntos Marina del Pilar y permitir el crecimiento electoral de Jorge Hank ¿cochino? Si. ¿Se vale? También. ¿Merecido? Por su puesto, sobre todo, si le pareció muy divertido que Bonilla abriera el show con peleas preliminares, no muy limpias que digamos, y le dejara a ella la estelar.
El gobernador tuvo la osadía en sus transmisiones oficiales, que, por cierto, no tuvo el valor de dejarlas en su página para que nos las usaran y sacaran de contexto (según dijo por ahí), de convertir al candidato del Partido Encuentro Solidario (PES) en una víctima.
Provocó que casi, casi llamáramos al empresario de “Caliente”, el “Hermano Hank”, por aquello de la tendencia al cristianismo del PES a convertir a los más grandes pecadores, en dignos representantes de la sociedad con tan sólo recurrir al arrepentimiento y ejemplo de ello, es que no se presta a responder a los ataques, a menos que lo haga en un ambiente controlado.
El día que medio respondió Hank a las provocaciones de Bonilla, ocasionó que éste terminará dándose un derechazo a si mismo cuando hizo una encuesta para preguntar si él parecía loco, lo que casi lo llevó al nocaut técnico.
Los retos de Lupita no pasan desapercibidos, pues llama a Marina a enfrentarla, a debatir, a sostener una confrontación de ideas y de defensas, pero obvio, la morenista le saca la vuelta, la ignora, no muestra ninguna intención de que la pondrá contra las cuerdas, pues es claro, sabe que la experiencia de Jones está muy por encima de su capacidad de respuesta, debido a su fogueo público que la pone en dos categorías por arriba que ella, aunque eso tampoco es suficiente para ganar una elección y menos, rodeada de los panistas más corruptos de Baja California.
- El Peso Pesado
Jorge Hank, el Peso Pesado de esta contienda y su libraje se debe al grupo político que alimenta desde hace años, que lo defiende, que le es leal porque, aun cuando él no esté en el poder, los coloca en las posiciones de gobierno que hábilmente negocia cuando ofrece su respaldo, a veces no muy abierto, pero, aunque sea soterrado ha sido suficiente para inclinar la balanza.
El empresario de los casinos no tiene que ensuciar sus de por si, manchadas alitas de ángel caído para atacar a una mujer como Marina, se vería mal, cuando de entrada su ideología machista no le ayuda cada que aborda temas de la lucha feminista, pues se le nota a leguas que no consume esa información, no ha visto lo que le sucede a los que como él, tienen esos derrapones, aunque ya lo está sintiendo.
Sin embargo, Hank se cree muy gracioso y antes lo era, pero hoy desata la ira femenil y como tiene súbditos y lambiscones a su lado, que no le hablan con autoridad para centrarlo y sentarlo ante un verdadero curso en esta materia, pues sigue repitiendo el mismo error y no dejará de hacerlo, porque así son los nacidos en pañales de seda, están acostumbrados a pagar para ocultar las manchas, a usar mujeres como Lupita Jones para que tire los golpes.
Mientras tanto, Hank camina entre las personas, se deja tocar, se toma selfies, les pone sus playeras, les regala suvenires y posiblemente mucho más, tiene para eso y le sobra, permite que la gente evoque los “buenos tiempos” de cuando atendía a la sociedad que se formaba temprano en Palacio Municipal a lado de su perro, aunque el lugar apestara a orines, lo cual no importaba, si de ahí salían con una rosca de pan y una solución que les daba esperanza.
Los que vivieron los tiempos en que fue alcalde de Tijuana, no les importa que fue la época más violenta de esta ciudad, total, era pleito entre malandros y uno que otro inocente que cayó en el fuego cruzado, como hoy sigue ocurriendo.
Esa misma gente ve nuevamente la posibilidad de poder acercarse al que podría ser gobernador, para volver a esos tiempos en los instruía a su asistente para que llame a su amigo “Juan de los Palotes” y le pida el pago de algún favor que le debe a cambio de atender esa gestión, sobre todo, cuando está fuera de sus facultades, pues ¿quién puede resistirse al influyentísimo, aunque sea ilegal? Casi nadie, pues si de eso se tratara, sólo se pediría lo que por ley corresponde.
Hank será el peleador que aparentemente menos golpes podría recibir, el que tiene el capital económico para negociar una pelea rápida, que le permita lucirse y salir bien librado después de tres rounds para que se declare el knock out de su rival a vencer, Marina y quede fuera de combate, pero esa pelea, aún está por verse.
De los otros aspirantes a la gubernatura, digamos que a diferencia de Carlos Atilano del PBC que podría ser Peso Gallo, pues, aunque haga buenas propuestas, hoy es un candidato desgastado y minimizado ante la figura internacional de Jones, el padrinazgo político de Avilay la historia de Hank, ya que simplemente, no llama la atención, no levanta.
Jorge Ojeda del Partido Fuerza por México se ve que aceptó la candidatura por ego y curriculum para que después pueda publicitar sus propiedades diciendo que fue candidato a la gubernatura de Baja California, aunque solo haya hecho campaña en videos promocionales.
El resto de los abanderados entran en la categoría amateur porque lo hacen de puro hobby, ya no tienen prestigio que cuidar, y sobre todo, por amor al del financiamiento público, como Victoria Bentley del Partido Redes Sociales Progresistas y Alcibíades García de Movimiento Ciudadano, pues la primera ni en Facebook hace campaña y el segundo, medio hace la pantomima de que lleva sus propuestas, pero ambos no generan ruido y representan un claro ejemplo de lo que es el desperdicio del financiamiento público.