Exsecretario municipal expone su apoyo a la defensa del Campestre

 

TIJUANA, BC A 26 DE ABRIL DE 2021.- En una carta pública, el ex secretario de Gobierno y catedrático de la UABC, Carlos Murguía Mejía, expuso su apoyo a la defensa legal que realizan socios del Club Campestre ante la expropiación que pretende realizar el gobierno de Baja California pues no encuentra “causa social, histórica, política, jurídica, ni de utilidad pública, que la justifique”.

El documento que circuló en redes sociales lo realizó ante la solicitud de varios grupos y colegios de abogados que le han solicitado su punto de vista, el aclara que “estoy perfectamente enterado y reconozco que con parte importante del patrimonio del Club Campestre se pagó en 1972 la indemnización a la empresa Inmuebles Californianos, Sociedad Anónima, ICSA, dejando a salvo el amenazado patrimonio de miles de familias tijuanenses”.

Considera que los socios del club Campestre lo mantienen “convertido en una hermosa área verde, auténtico pulmón urbano, respetable centro de convivencia social privado que con alto sentido humano fortalece efectivamente la convivencia en armonía, noble aspiración cívica y alta expresión de educación y cultura de la comunidad”.

 

A continuación, integra la Carta Pública:

 

A  la opinión pública

Carlos Murguía Mejía, en mi condición de Abogado, Maestro de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Baja California, experto en cuestiones legales; por mis antecedentes de servidor público; Diputado Presidente del H. Congreso del Estado; Regidor Municipal; Delegado Federal de Economía en el Estado de Baja California y Secretario de Gobierno del H. Ayuntamiento de Tijuana, en diversos foros profesionales se me ha solicitado exprese con claridad mi posición personal respecto del proyecto de expropiación del Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana, A.C. que ha enunciado el Ciudadano Gobernador del Estado.

De los actos del Ciudadano Gobernador el único que responde por ellos es el propio titular del Poder Ejecutivo Estatal.

Es el Ciudadano Gobernador Constitucional del Estado quien habrá de aclarar y defender su proyecto de expropiación en su condición de señalada Autoridad Responsable en los juicios de amparo interpuestos por los afectados por la proyectada Expropiación de su Patrimonio.

No caeré en el juego electorero de candidatos oportunistas vestidos de redentores sociales, ignorantes del Estado de Derecho; ni prejuzgo sobre los actos de la Autoridad.

Me es grato reiterar que en toda mi actuación pública y privada he buscado cumplir con las Leyes de la República y acotar mi actuación en todo caso y momento a lo que disponen y resuelven en ejercicio de su soberanía los HH. Tribunales del Estado y la Federación.

Quiero afirmar ante los bajacalifornianos, a mis paisanos tijuanenses en particular, que estoy perfectamente enterado y reconozco que con parte importante del patrimonio del Club Campestre se pagó en 1972 la indemnización a la empresa Inmuebles Californianos, Sociedad Anónima, ICSA, dejando a salvo el amenazado patrimonio de miles de familias tijuanenses.

Todo ello con el aval moral del Ciudadano Presidente de la República, Licenciado Luis Echeverría Álvarez, que firmó con los apoderados del Club Campestre de Tijuana el acta notarial correspondiente.

Independiente de lo anterior, apoyado en la opinión de eminentes juristas y en mi propio juicio de profesional del Derecho, en el espacio garantizado por las leyes de la República, me permito expresar:

Reitero mi respeto absoluto a los derechos humanos y a la propiedad privada y mi desacuerdo con el proyecto expropiatorio del Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana, A.C.

No encuentro causa social, histórica, política, jurídica, ni de utilidad pública, que justifique en forma alguna expropiar los terrenos y edificios del Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana, A.C., constitutivos de su patrimonio; los cuales ocupa en calidad de dueño y ejerce sobre los mismos la posesión jurídica y material, desde hace setenta años, en forma pública, pacífica, continua y de buena fe, sin oposición de terceros, de lo que cual dan fe los asientos del Registro Público de la Propiedad y de Comercio, los cuales en alguna ocasión tuve a la vista.

Es un hecho que el patrimonio original del Club Campestre se ha engrandecido con las aportaciones de sus socios quienes le han resguardado libre de invasiones, de apropiaciones ilegales y de mutilaciones arbitrarias, las cuales por diversas causas fueron la constante a lo largo de los treinta años que gobernaron nuestro Estado administraciones emanadas del Partido Acción Nacional.

Es el caso lamentable del Parque Morelos, ubicado en la denominada tercera etapa de la canalización del Rio Tijuana, mutilado por la acción depredadora de empresarios ambiciosos y autoridades sin escrúpulos, unidos en criminal contubernio con el único propósito de enriquecerse en lo personal con la venta del patrimonio colectivo, como bien denuncio el propio Ejecutivo Estatal.

Gracias al poder de voluntad de sus socios, el patrimonio original del Club Campestre se ha convertido en una hermosa área verde, auténtico pulmón urbano, respetable centro de convivencia social privado que con alto sentido humano fortalece efectivamente la convivencia en armonía, noble aspiración cívica y alta expresión de educación y cultura de la comunidad.

Respetuosamente,

Licenciado Carlos Murguía Mejía.