La menstruación, ¿por qué debe ser un tema de agenda política?

 

Por Selene Reynoso

TIJUANA, BC A 26 DE ABRIL DE 2021.- #MenstruaciónDignaMéxico es una colectiva de mujeres feministas que cobró fuerza en 2020, buscan eliminar el 16% del IVA en todos los productos de gestión menstrual y que sean gratuitos para las personas que no pueden comprarlos, precisamente porque menstruar no es una elección ni un lujo.

El pasado 2 de marzo, Michoacán se convirtió en el primer estado en aprobar la Ley de Menstruación Digna para ofrecer toallas sanitarias y tampones gratuitos en las escuelas; un paso para que estos productos sean accesibles en espacios donde las mujeres los necesitan.

Pero, ¿Qué pasa en Baja California? ¿Por qué nadie habla de ello? En el estado hay 3 millones 769 mil 020 habitantes y el 49.6% son mujeres, digo, sería un buen tema para los candidatos que están haciendo campaña.

Sin embargo, de los siete candidatos a la gubernatura de Baja California, solo uno ha mostrado su interés de querer poner su granito de arena en el tema de la menstruación digna, para que sean accesibles en escuelas públicas y para estudiantes de nivel básico.

 

 

De acuerdo con el Centro de Análisis e Investigación (FUNDAR), una mujer necesita alrededor de 360 toallas sanitarias o tampones en promedio al año, lo cual representa 720 pesos anuales para ser cubierto de manera adecuada equivalente a 5% del total de gastos de un hogar del 10% más pobre en México.

Lamentablemente sobre el tema de menstruación digna hay muy poca información en datos cualitativos, lo que si se sabe es que en promedio las mujeres inician su periodo menstrual a los 12 años y la mediana de la última menstruación por menopausia es de 45 años.

Entonces, ¿Cómo le hace una menor de 12 años cuando está en periodo menstrual para ir a la primaria cuando a veces el dinero que le proporciona su mamá y/o papá es contado para el transporte? O, ¿Cómo le hace una madre trabajadora de maquiladora, cuando se preocupa por comprar lo indispensable para darle de comer a su familia, cuando está preocupada porque el precio del huevo ya subió? Va a preferir comprar alimentos que un paquete de toallas sanitarias.

Es importante hacer conciencia que las toallas, tampones y copas menstruales no son artículos de lujo, son de primera necesidad, y deberían estar al alcance de las personas que lo necesiten. Quienes están y estarán en el poder, deben buscar que las niñas, adolescentes y personas adultas vivan una menstruación digna.

 

 

Datos del INEGI señalan que del total da habitantes que hay en Baja California el 65.5% de la población es económicamente activa, de ese porcentaje, el 41.4 son mujeres y el 58.6% son hombres. Recordemos que los salarios aún son desiguales en México.

Y del 37.7% de la población que es económicamente no activa, en su mayoría son estudiantes y personas dedicadas a los quehaceres del hogar. ¿Quiénes son las personas que en su mayoría se dedican al hogar? ¿Cuántas reciben alguna remuneración económica?

Quien no lo quiera ver, la pobreza menstrual es una realidad, un tema del que casi nadie habla por vergüenza, porque lo consideran sucio y por cierto, no se llama Andrés.

La realidad es, que si las mujeres no tienen acceso a estos productos, las privan de sus derechos, como a la educación. ¿Cómo saben que las estudiantes no han dejado de ir a la escuela cuando menstrúan por falta de estos artículos?

En el tema de salud también se les viola sus derechos porque de no cambiarse una toalla sanitaria cada cierto tiempo se puede adquirir una infección. O usar papel por no poder comprar estos artículos, también puede provocar problemas de salud.