Por Adrián Sarabia
Siempre que se compare a la empresa de UFC (dedicada a las artes marciales mixtas) con el boxeo se va a recordar un episodio que no agrada para nada al fanático y a la gente involucrada en el mundo del pugilismo: Cuando Saúl “Canelo” Álvarez y Sergey Kovalev esperaron a que termine un combate de UFC, que en ese entonces peleaban Jorge Masvidal y Nate Díaz en una reyerta que no se jugaban nada más que un cinto inventado por su empresa y que ni tiene caso nombrarlo. La diferencia es que estaban en disputa dos peleadores mediáticos y que se sabía que iban a brindar un espectáculo del agrado del público.
Fue un dos de noviembre de 2019 el día que el llamado hoy mejor libra por libra, le tocó coincidir en la arena del MGM Grand de Las Vegas, con su propio público atento y con la mirada fija en pantallas dentro del inmueble, donde les facilitaron la pelea de Díaz en contra de Masvidal, misma que se estaba desarrollando en el Madison Square Garden de Nueva York. Definitivamente fue algo que acentuó la mala relación profesional que ya existía entre Óscar de la Hoya y Canelo Álvarez. Hoy se encuentran totalmente separados.
Este sábado vuelve a chocar el boxeo y las MMA y la sede para ambas disciplinas, será el estado de Florida. Top Rank Boxing a manos del experimentado promotor Bob Arum, estará presentando al prospecto boricua Edgar Berlanga, quien tiene un invicto de 16-0 y todas las victorias por la vía corta, se medirá ante un desconocido Demmond Nicholson. Pero en la contienda estelar, uno de los campeones más sólidos y regulares, Emanuel “Vaquero” Navarrete, defenderá su campeonato Pluma frente a un rival de respeto: Christopher “Pitufo” Díaz en Kisimmee. Una pelea que por supuesto se antoja demasiado y que muchos no tenemos dudas de que sacarán chispas ambos púgiles.
Navarrete, un boxeador disciplinado, con buen récord y importante récord de 32-1, pero sobretodo, un gran reto enfrente, aún no tiene los reflectores que muchos boxeadores anhelan. El problema para el boxeo de este sábado, es que, en la misma noche, la UFC en su evento numerado 261, presentará 3 combates de título mundial: Weili Zhang vs Rose Namajunas por el campeonato mundial paja, Valentina Shevchenko vs Jessica Andrade por el título mosca y la que encabezará la función, Kamaru Usman vs Jorge Masvidal por el cetro welter desde la ciudad de Jacksonville. Nuevamente Masvidal podría noquear al boxeo este fin de semana.
Con todo y que la pelea de Navarrete y Díaz será una guerra, se ve complicado que le haga “pelea” al evento de UFC 261. Esta vez, el deporte de los puños, tiene poco con qué competir, pero más por lo que su rival de audiencia presenta.
Todavía recuerdo en noviembre de 2011, cuando apenas se popularizaba la UFC, coincidieron las peleas de Caín Velásquez frente a Junior Dos Santos y el tercer episodio de la épica guerra entre Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez. Esa vez, la contienda del mexicoamericano en contra del brasileño, empezaba primero que el combate de boxeo, pero aun así, no le hizo ni “cosquillas” a la reyerta boxística. Todo mundo habló de la Pacquiao vs Márquez III, más por el polémico resultado. Pues fue evidente el robo de los jueces sobre el mexicano.
Aunque por historia, el boxeo es infinitamente superior a las artes marciales mixtas, el “deporte de la jaula” va ganando terreno poco a poco. No es casualidad que promotoras de box como Matchroom Boxing y plataformas de streaming como Triller, presenten funciones donde youtubers se suban a un ring o se den los cruces de peleadores de MMA contra boxeadores. El deporte del boxeo necesita que los mejores se enfrenten con los mejores y también necesita figuras que atraigan al respetable, porque con Canelo sabemos que no es suficiente.
