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Por autoconstrucciones, Tijuana es más vulnerable ante sismos: Investigador

 

  • Se estima que las pérdidas superarían los 2 mil 500 millones de pesos si se registra un sismo de magnitud superior a 6.5 en esta ciudad fronteriza

Por Adán Mondragón

TIJUANA, BC A 1 DE ABRIL 2021.- La vulnerabilidad o debilidad que existe en construcciones de Tijuana, sería del 50% en caso de registrarse un sismo de magnitud superior a 6.5, advirtió Mario González Durán, profesor investigador en Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).

Esta condición en las construcciones se origina porque una gran mayoría fueron edificadas sin una licencia de construcción, por lo tanto, no hubo oportunidad de que un técnico asesorara o valorara el proyecto de la vivienda, expuso el especialista.

Cabe recordar que el 4 de abril del 2010 se registró en Mexicali un sismo de 7.2 grados de magnitud, que registró daños en el Valle de Mexicali y en el centro de la capital del estado.

“Lo que nosotros hemos hecho, de esa valoración de pérdidas, es que en la ciudad de Tijuana esperamos tener mucho mayores pérdidas que lo que tuvo Mexicali en el 2010”, declaró el catedrático.

“Por ejemplo, de acuerdo con datos del gobierno federal, para poder recuperar tanto los ejidos como parte de la zona urbana de Mexicali se tuvo que invertir 195 millones de pesos, nosotros hemos hecho estimaciones, de que en Tijuana vamos a tener una afectación mayor”, añadió González.

En caso de que se presentara un sismo de magnitud mayor a 6.5 en Tijuana, se tendría daños por arriba de los 2 mil 500 millones de pesos. Explicó que es inevitable que se registren sismos en la región, pero uno de tales magnitudes puede generar grandes pérdidas en Tijuana, en relación a la cantidad de población que registra.

González Durán explicó que actualmente se está integrando una base de datos confiable para integrar como se encuentran las viviendas, comercios y la industria. “Históricamente, sabemos que en Tijuana hay una alta autoconstrucción, por lo tanto, hay un desconocimiento de cómo se van a comportar esas construcciones, a eso se le llama vulnerabilidad”, señaló para Esquina 32.

Para poder valuar las pérdidas que se dan por un sismo, se tienen que considerar tres elementos: el peligro en sí, es decir, la probabilidad que se presente el sismo; la cantidad de población, su distribución espacial y cómo se encuentran estructuralmente las edificaciones.

Lo que ocurrió a partir del 2010, fue trabajar en la normativa que está asociada al diseño estructural, ya sea por concreto, acero, entre otros.

“A casi once años de ese evento es que se ha estado trabajando, principalmente en Tijuana, en un proyecto binacional con el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Sísmica, a través del Colegio de Ingenieros Civiles,  sobre un escenario sísmico con la posible liberación de energía que pudiera darse por la falla en el Cañón de la Rosa”, comentó el especialista.

Aunque aclaró que eso no es suficiente, últimamente se han hecho más exploraciones en cuanto a la falla y se ha ido detectando que el rasgo es aún más largo y que la probabilidad de que esa energía se presente es más alta.