TIJUANA, BC A 31 DE MAYO DE 2021.- Acompañada de su hijo de diez años, la señora Perla Marcela se traslada todos los días hacia el centro de la ciudad, armada con un pequeño reproductor canta en las esquinas y en algunas ocasiones vende dulces en la línea internacional, lo hace para lograr completar el gasto familiar.
Ella es originaria de Torreón, Coahuila, al igual que muchas de las madres, no tiene para pagar una estancia dónde poder dejar a su hijo, por eso el pequeño la acompaña todos los días, aun así, asegura está inscrito en la escuela “afortunadamente la maestra nos ayuda mucho”, sobre todo en la presentación de las tareas.
Desde que llegó a Baja California ha vivido del comercio en las calles y ahora también canta, ha sido vecina en Tijuana y Ensenada, entre lo que ha aprendido en todo este tiempo es que las personas “se niegan a comprarme algo y sí cooperan con quienes piden dinero para continuar emborrachándose”.