Sumas que restan

Por Octavio Fabela Ballinas

TIJUANA, BC A 26 DE MAYO DE 2021.- De la misma manera en la que los políticos utilizan las mediciones de percepción como herramienta de campaña y no, como lo que son, recursos científicos que sirven para tomar decisiones; en los últimos días he visto cómo anuncian, con bombo y platillo, que fulano se suma al proyecto político de mengano.

Dos de los candidatos que pretenden encabezar el gobierno de Tijuana, festejaron y lucieron sentados a su diestra a personajes que, por su perfil, es lógico suponer que desde antes ya estaban sumados a su proyecto, además, con esta acción, demuestran que para ellos la deslealtad e incongruencia, son dignas de reconocerse.

¿Qué tiene de novedoso que María Eugenia Soler Carmona, funcionaria de los gobiernos emanados del Partido Acción Nacional desde 2002 hasta su último encargo como Oficial del Registro civil en el XXII Ayuntamiento, se sume a la campaña de Jorge Ramos Hernández, candidato panista al gobierno de la ciudad?

La inclinación política de Soler Carmona realmente no tiene mucho que comentar, lo que sí es criticable es que el partido que la postuló, Redes Sociales Progresistas, tiene registro oficial, lo que significa que nos cuesta dinero a todos los ciudadanos, pero además, su declinación significa que le mintió a quienes han manifestado coincidir con la plataforma política del instituto que la postuló.

En todo ese circo mediático montado el pasado fin de semana todavía Soler se atrevió a decir que al declinar, sumaba 5 mil votos a la causa de Jorge Ramos, haciendo evidente su falta de respeto para quienes le manifestaron respaldo ya que el apoyo era para ella, no para sus intereses particulares.

La urgencia por mostrar aceptación los hace cometer errores, la pifia mayor la cometió la candidata Montserrat Caballero al presentar como todo un acontecimiento que la ex diputada Irais Vázquez junto a su esposo se sumaban en respaldo de su campaña, pero no reparó en la fama que tiene esos personajes.

Vázquez fue diputada por el Distrito 11 con sede en Tijuana; su elección estuvo marcada por disturbios tras la jornada electoral, además, durante su ejercicio en la XXII Legislatura fue presidenta de la comisión de Hacienda desde la que le aprobó todo lo que quiso al gobernador al ex gobernador Francisco Vega de Lamadrid.

Iraís forma parte del grupo de exdiputados panistas que aprobaron la llamada Ley Bonilla, por esa razón fue expulsada del partido blanquiazul, su afiliación a esa institución le permitió cobrar un salario en la administración pública desde su juventud. La principal afinidad entre Vásquez y Caballero, es que fueron diputadas y las dos simplemente les dieron trámite a los deseos del gobernador en turno.

Las adhesiones que ambos candidatos presentaron durante esta última semana no representan la suma de voluntades a su proyecto político, demuestran que están abriendo la puerta, de par en par, para que entren personajes que lo que buscan es regresar a cobrar un salario proveniente del erario.

Las sumas que presumieron y festejaron, realmente restan por la calidad de los personajes exhibidos.