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Chofer de pipa conducía a exceso de velocidad: testigos

"Aquí hemos visto de todo" dijeron locatarios de plaza Los Álamos, acostumbrados a atestiguar accidentes viales

Por Lourdes Loza Romero

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 26 DE JUNIO DE 2021.- No sería la primera vez que los locatarios de la plaza comercial Los Álamos son testigos de un accidente vial, sin embargo, el “pipazo” del viernes si es -hasta el momento- el más impactante.

Poco después de la 1 de la tarde, una pipa con doble remolque de PEMEX, volcó frente al pequeño centro comercial.

La señora Maricarmen, quien tiene más de 20 años trabajando en una vidriera de ahí, compartió con Esquina32 que vio cuando la unidad zigzagueó rápidamente y uno de los tanques se ladeó.

“Lo primero que pensé es que parecía que se iba caer, me volteó para seguir trabajando y fue cuando escuché el golpe”, expresó.

Al voltear de nuevo hacia la calle, vio a la unidad derrapando sobre el pavimento, sacando chispas y al chófer corriendo hacia los locales.

“Corrió hacia acá, quiso bajar la cortina, pero como es de cadena no la pudo mover. Entonces nos empezó a gritar que nos saliéramos. Y así se fue a todos los locales, gritando que salieran”, relató.

Maricarmen y su jefe, don Lorenzo, salieron con otros empleados de la vidriera por la parte de atrás del local y se alejaron un par de cuadras, para ver y escuchar a la distancia como explotaba la pipa que transportaba más de 30 mil litros de gasolina.

“Aquí hemos visto de todo. Se voltean, chocan, hay carambolas, las calafias que se les echan encima a otros carros. Pero esto si es lo más fuerte que nos ha tocado en todos estos años”, comentó.

Para don Lorenzo fue suerte que su local no tuviera más afectaciones que un vidrio dañado, unos cables quemados y la cortina manchada de hollín. Agradeció que todos hayan logrado salir con bien de los locales y que el accidente solo tuviera como saldo pérdidas materiales.

Los locales que si sufrieron daños severos fueron los de una empresa dedicada a las resinas, otro local de venta de medicamentos, y tres habitaciones de un hotel. Hubo otros tres locales, entre los que se incluyen una funeraria que también solo resultaron con vidrios dañados.