La historia detrás de la tragedia del camionazo en Rosarito
Jóvenes rosaritenses atienden turistas sin prestaciones de ley
Por: Lourdes Loza Romero
PLAYAS DE ROSARITO, BC A 12 DE JUNIO DE 2021.- Al menos seis de los jóvenes lesionados en el “camionazo” del martes en Rosarito, sufrieron la amputación de una extremidad, otros resultaron con fracturas y siete más perdieron la vida.
Antes de ese día, el grupo de jóvenes se dedicaba a atender a turistas en los distintos establecimientos ubicados en el corredor gastronómico del quinto municipio, a unos metros de la playa.
Cada año, desde hace una década, el dueño de uno estos establecimientos comenzó con la tradición de llevar a sus empleados a un paseo turístico como incentivo por haber laborado en el famoso “spreak break”. A veces era a Tecate, otras a Ensenada, pero siempre rentando a la misma empresa los camiones para los traslados.
Según relatan algunos trabajadores de la zona entrevistados por Esquina32, cada año se iban sumando más negocios a esta tradición, por eso el pasado 8 de junio se juntaron más de 150 personas que viajaron a Tecate en cuatro camiones rentados.
Compartieron que cada año el viaje les hacía ilusión, algunos aprovechaban para llevar a sus parejas o a sus familiares, invitaban a conocidos que también trabajaban en el área de comerciantes ambulantes.
A parte que el común denominador de las víctimas fue su corta edad, otro es que pocos contaban con prestaciones laborales como la seguridad social.
La empleada de un bar, que por seguridad prefirió el anonimato, compartió que trabajar atendiendo turistas resulta muy llamativo para jóvenes como ella.
“Antes en tres días de trabajo ya sacabas hasta tres mil, cinco mil pesos. Entre las propinas y tu sueldo base. Hay unos negocios que son muy ingratos, porque ofrecen un sueldo base que no pasa de los 800 pesos y pues te tienes que aplicar para completar los mil, dos mil a la semana con propinas”, comentó.
A sus 22 años ya lleva dos trabajando como mesera y aseguró que se ha movido entre distintos negocios dependiendo lo que le ofrecen de salario.
El año pasado dejó la escuela porque los horarios se modificaron por la educación a distancia y ante la posibilidad de quedarse sin empleo en el bar y la disminución de turistas, tuvo que buscar ingresos extras.
“La gente de aquí no deja propinas, solo los gringos. Si tuvimos unas fechas con mucho turista, pero se tenía que cuidar que no hubiera mucha gente porque venían y cerraban el lugar, así que era menos lo que sacamos de propinas”, compartió.
También comentó que conocía a la mayoría de los afectados por el accidente, aunque no se consideró cercana a ninguno si le preocupó que, por falta de prestaciones, ahora sean sus familias los que tengan que solventar los gastos médicos.
“A muchos no nos conviene salirnos de nuestros trabajos, aunque tengamos otro ingreso. Nada es seguro cuando estamos así, con contratos cortos, trabajando por temporadas. Yo quisiera terminar mi carrera, pero debo esperarme a que las cosas se normalicen”, dijo.
A pesar que se divulgó que el dueño de uno de los bares se haría cargo de los gastos que tengan sus empleados y sus familias, la joven dudó que sea posible y que en caso de no cumplir se haga acreedor a alguna sanción, pues “son gente con influencia, ahorita te dicen que, si te van a ayudar, si mañana no lo hacen nadie les va a decir nada”, añadió.
Para ella fue muy impactante ver las imágenes del accidente, aunque no es la primera vez que ocurre uno similar en el mismo punto, si fue el más aparatoso en cuestión de lesionados y muertos.
Al día siguiente del accidente, por lo menos cuatro bares de la zona permanecieron cerrados y colocaron moños negros arriba de sus accesos en honor a los fallecidos.
El accidente
La noche del martes 8 de junio, alrededor de las 20:00 horas, un camión perteneciente a una empresa que realiza tours y viajes turistas derrapó y volcó en el entronque del bulevar 2000 y el bulevar Popotla, justo en la entrada de Playas de Rosarito.
El vehículo quedó sobre uno de sus costados sobre una pendiente, en el viajaban 50 jóvenes que regresaban a sus casas de una convivencia laboral en el municipio de Tecate. El saldo fue de más de 30 lesionados y siete personas fallecidas en el lugar.
Las corporaciones de rescate rosaritenses, Cruz Roja y Bomberos, tuvieron el apoyo de sus hermanas de los municipios de Tijuana, Tecate y Ensenada, así como de la Sedena, la Guardia Nacional y Capufe. También se sumaron grupos de rescate privado que laboran en la región.
La mayoría de los tripulantes eran jóvenes entre los 20 y 30 años de edad, que se desempeñaban como empleados de bares y restaurantes ubicados en el corredor gastronómicos del quinto municipio.