Reflexiones: Se desata la avaricia por el dinero y la persecución de empresas

No cabe duda que hoy ya no se cobran impuestos con la ley sino con boletines y reglas de carácter general

Por: Adolfo Solís

En los últimos 20 años la recaudación tributaria aumentó de 1.1 billones a 6.3 billones de pesos. En el año 2005, 2008, 2014, 2016, 2018, 2019 y 2020 se hicieron reformas a la legislación fiscal para criminalizar las infracciones tributarias y lograr aumentar la recaudación en el país.

Uno de los cambios más agresivos sucedió con la reforma al artículo 33 fracción I, inciso i) del Código Fiscal de la Federación en el 2021, que dotó de poder al SAT para que determinara los parámetros de pago con los que los contribuyentes deben cumplir con sus obligaciones fiscales cada ejercicio.

Esta mañana amanecimos con una de nuestras peores pesadillas hecha realidad; los contribuyentes, pese a que tienen la potestad para autodeterminar sus contribuciones; eso será cosa del pasado, porque de ahora en adelante nos calcularán tasas efectivas mínimas con las que tendremos que pagar, de lo contrario, estaremos expuestos a una auditoría profunda y a ser calificados como un contribuyente de riesgo.

Con un comunicado con número 066/2021 de fecha 13 de junio de 2021, el fisco ya nos advirtió, o pagamos lo mínimo que ellos calculen o nos atenemos a las consecuencias. Por el momento dicen que usaron la información basada en datos institucionales, declaraciones anuales, dictámenes, informes sobre situación fiscal, declaraciones informativas, CFDI y pedimentos, entre otros; y con ello calcularon las tasas efectivas.

Con esto, todos los mexicanos estaremos en riesgo de pagar los montos que el fisco considere que cada uno debe cubrir, pues sin importar que esa fijación de tasas mínimas por el momento sólo alcanza a cuarenta actividades económicas de cinco sectores, en menos de un año, habrá alcanzado a todos las personas y empresas del país, sin importar el nivel económico o sector en que se desempeñen. Hoy para esos sectores sólo les queda revisar cuánto pagaron y compararlo con lo que el fisco dice que debieron haber pagado; si existe diferencia, -la cual existirá por obviedad-; tendrán que presentar declaraciones complementarias pagando las diferencias.

No cabe duda que la recaudación tributaria es estratégica para nuestro país, sin embargo, dejar en manos de la autoridad que ellos determinen parámetros mínimos de pago, generará grandes consecuencias, pues todas aquellas que tengan malos años, pérdidas, bajas en sus ventas o deterioros en su negocio, tendrán que pagar los parámetros que el fisco decida, sin importar lo mal que le vaya a esas empresas.

No cabe duda que hoy ya no se cobran impuestos con la ley sino con boletines y reglas de carácter general que cada día generan mayor incertidumbre. Los invitamos a estar prevenidos sobre este cambio que marcará una nueva generación en la cobranza tributaria y que sin duda, nos afectará a todos los mexicanos.