Don Felipe, otra víctima de cobro de piso en Tijuana
"Él no se portaba mal con nadie, a todo mundo ayudaba", aseguran familiares
Por Lourdes Loza Romero
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 23 DE JULIO DE 2021.- En días recientes el gobernador Jaime Bonilla afirmó que los 1 mil 157 homicidios dolosos ocurridos en Tijuana son resultado de la problemática del narcomenudeo, reduciendo a las víctimas a personas relacionadas con el crimen organizado.
Aunque en las últimas semanas han destacado los homicidios de personas ajenas al crimen como lo fue don Felipe Hurtado, asesinado el pasado 13 de julio en su tienda de abarrotes ubicada en la colonia Rancho Las Flores, al norte de la ciudad.
Tanto para familiares como amigos de don Felipe, su muerte fue algo sorpresivo. Descrito como alguien que no se metía con nadie y que preocupado por los menores de su comunidad, creó una liga comunitaria de fútbol al mismo tiempo que construyó un mini estadio para que pudieran jugar.
La tarde de ese 13 de julio don Felipe estaba en su modesta tienda de abarrotes, acompañado por otro hombre que era su ayudante. A los dos les dispararon en la cabeza, don Felipe murió en el lugar mientras que el otro hombre aún se debate entre la vida y la muerte en un hospital.
Saben que no fue un asalto, los agresores no se llevaron nada. Asumen que fue un intento de cobro de piso, porque es lo que han escuchado que pasa últimamente en la zona, con la mayoría de los negocios que tienen años establecidos, mientras las autoridades aún no les han brindado mayores avances sobre el caso.
“Él no se portaba mal con nadie, a todo mundo ayudaba”, recuerda Laura Elena, una de sus hijas.
Originario de Guadalajara, Jalisco, llegó a esta ciudad en la década de los años 80 y al poco tiempo se instaló en una pequeña casa de la colonia Rancho Las Flores, con su esposa e hijos.
Su hija recuerda que nunca fue víctima de la delincuencia, la labor que realizaba por su comunidad lo mantenía blindado, era respetado por todos y hasta el día de su muerte nunca había sufrido algún robo o agresión.
Quince años atrás comenzó a armar los equipos de fútbol, frente a su casa había un terreno en desuso al que le dio forma de cancha para que primero sus hijos y luego sus nietos entrenaran y compitieron con otros equipos, también fue armando equipos con los hijos de los vecinos y con los niños que fueron llegando de otras colonias.
Cuando los dueños del predio lo desterraron para ampliar el estacionamiento de un negocio, don Felipe tomó otro terreno que estaba a un lado de su casa, ahí juntó a sus equipos y le empezó a dar forma a la liga de fútbol Rancho de Las Flores.
Después comenzó a construir su sueño, una cancha que se fue convirtiendo en un mini estadio.
Jorge Ramos fue el primero de sus ayudantes, lo asistía en las labores de su tienda y luego aprendió a ser arbitro de los partidos.
Compartió que todavía llega la gente a la tienda a buscarlo y por motivo de luto los juegos se han suspendido, por lo que hay varios equipos a la espera de que la familia decida si se va a continuar con el proyecto.