La respuesta populachera a las invasiones

¨Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 30 DE JULIO DE 2021.- Cuando estaba redactando estas líneas me pareció ver al gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdés en uno de sus preferidos métodos de comunicación gritando a todo pulmón: ¡Pásele, pásele!, baratos, terrenos en cien pesos… ¡pásele, pásele! Requisito único: invadir una propiedad… ¡pásele, pásele!

La solución demagoga que el gobierno de Baja California encontró para resolver el problema social de las invasiones lo único que hace es “como dicen en la Libertad” patear el bote y dejarle un problema que no tiene razón de ser a las próximas administraciones y a las propias familias que ahora presume beneficiar.

En los casi dos años de gobierno para los que fue electo, Jaime Bonilla ha presumido hasta el cansancio la entrega de despensas, de hecho, esta labor, que aclaramos, no es nueva, todos los gobernantes lo han hecho, la promociona como si las bolsas con productos básicos las pagara de su bolsa y hace videos de la gente diciéndole gracias.

Ahora y pese a que la mayoría de los ciudadanos de Baja California recibieron la inmunización contra el Covid-19 gracias a la buena voluntad del gobierno de Estados Unidos, también incluye, diariamente en sus promocionales de Facebook, uno o dos agradecimientos ¡hasta por las vacunas!.
En una acción electorera y con la finalidad de presentarse como el gobernador magnánimo, poco antes de que iniciara la veda anunció que un grupo de invasores de predios, algunos de ellos ya vendidos por el Instituto de Instituto para el Desarrollo Inmobiliario y de la Vivienda, serían beneficiados con el lote invadido por la módica cantidad de cien pesos.

En vez de solucionar un problema creó uno nuevo: los lotes que está rematando a precio de ganga no cuentan con alguno de los servicios básicos para un asentamiento humano: no hay agua, no hay electricidad y no hay drenaje… y fiel a su costumbre lo más seguro es que dirá que tampoco hay dinero para emprender esas acciones de urbanización.

Jaime Bonilla, ya se va, en estos momentos literalmente está con un pie afuera de la administración del gobierno de Baja California, ¿a quién le van a reclamar los servicios públicos?… ¡claro! A la hoy alcaldesa de Mexicali y diputada federal con licencia además gobernadora electa Marina del Pilar Ávila.

Con poco margen de maniobra, la nueva gobernadora tendrá que enfrentar el reclamo que le hagan los habitantes de esos predios rematados porque, esa solución de cien pesos por lote, no alcanzará ni siquiera para comprar los postes del tendido eléctrico o los tubos para la introducción del agua potable.

¿Cuántos años tendrán que pasar para que las personas beneficiadas con esos lotes tengan la oportunidad de vivir entre calles pavimentadas, con servicio de agua potable y electricidad? Muchos y muchos más si tomamos en cuenta que necesitarán alguna escuela, un centro de salud, un mercado…

La única diferencia entre una invasión y la venta de lotes a cien pesos que ha realizado el gobernador es que ahora, los residentes de esos terrenos ya tendrán una razón para exigirle a la autoridad que ejecute las obras necesarias para mejorar su calidad de vida, ¡es un predio regular!…

Así, mientras los gobiernos municipales, a los que les pide dinero prestado, serán, junto con la gobernadora electa, los responsables de atender a las demandas de esos colonos, Jaime Bonilla, que, y casi se va, puede presumir ser un magnánimo con el dinero y la propiedad ajena, pero crea un nuevo cinturón de miseria con lo que en vez de resolver un problema, simplemente lo patea para que sean otros, como en el caso de los cobros indebidos a través de la empresa Fisamex, quien lo resuelva.