Custodios penitenciarios denuncian irregularidades y hostigamiento laboral

Por: Adán Mondragón

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 12 DE AGOSTO DE 2021.- Elementos de la Policía Estatal de Seguridad y Custodia Penitenciaria (PESCP), revelaron irregularidades que afectan condiciones en las que laboran en el Centro Penitenciario de la “La Mesa”.

Descuentos salariales hechos de manera arbitraria, falta de personal para el cuidado de los pasillos de cada módulo, hostigamiento y exigencias laborales, son algunas de las anomalías que revelan los empleados de seguridad y custodia penitenciaria.

A través de una carta dirigida a las autoridades de la Comisión Estatal del Sistema Penitenciario, del gobernador de Baja California, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), los custodios que pidieron el anonimato, detallaron los abusos que han padecido.

Acusan al “comandante Israel Rodríguez Vargas, a sus subordinados, Jesús Carranza Lozano y Andrés Orozco Ibarra, ambos subcomandantes” como quienes realizan acciones de hostigamiento contra el personal de custodia del penal.

Explican que Jesús Carranza Lozano, utiliza un celular de su propiedad dentro del penal y les cobra a los internos una cuota para realizar llamadas y además, indican que Andrés Orozco Ibarra ingresa comida del exterior y la vende en los pasillos del área de internos conflictivos.

En ese sentido, los elementos de la policía estatal de seguridad y custodia penitenciaria, exigen un alto al hostigamiento laboral y el respeto a la labor que realizan en el penal de La Mesa.

De igual manera, luego del intento de motín del pasado 13 y 14 de abril del 2021, se les hizo un descuento de mil 600 pesos (aproximadamente), con el argumento de que los elementos dejaron de laborar, luego de que los internos de uno de los edificios, salieron.

También, los custodios hicieron un llamado a las autoridades para que contraten a más personal que permita una mejor operatividad de los elementos de custodia penitenciaria al interior del penal.

Explican que hay un solo custodio para cuidar cuatro pasillos con un aproximado de 700 personas privadas de la libertad, lo que hace que no se sientan plenamente seguros al desempeñar su labor y por ello piden “Ayuda por favor”, según concluye la carta.