Gobierno de pleitos inútiles

Lo bueno de todo esto, es que ya casi se va… empiezan a sonar las golondrinas

Por Octavio Fabela Ballinas

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 11 DE AGOSTO DE 2021.- En octubre de 2006, el presidente de la República, Vicente Fox Quezada acudió a Tijuana para cortar el listón inaugural del Corredor 2000, una vialidad que iniciando en Otay termina en Rosarito, a unas semanas de que cumpla 15 años el proyecto que todavía no está concluido, es escenario de accidentes y por su abandono, es utilizado para asesinar o abandonar a personas asesinadas.

Jaime Bonilla Valdés es el tercer gobernador que ignora lo que sucede en esa vialidad, sus antecesores Guadalupe Osuna Millán y Francisco Vega de Lamadrid, tenían el pretexto de que su oficina estaba en Mexicali y no necesitaban circular por esa vialidad, pero el actual, que debería utilizarlo para llegar a su despacho, salió peor, porque optó por el caro helicóptero para seguir ignorándolo.

Y este es el asunto, para el gobernador que ya estaba inscrito en la historia por las circunstancias en las que resultó electo: el partido que lo postuló es distinto al que propuso y ganó en los últimos 30 años y después porque fue primera persona electa para ejercer solo dos años, ha preferido el aplauso fácil, las peleas inútiles, actuar como presentador y no como gobernante.

En su intento por desviar la atención de los asuntos verdaderamente importantes, Jaime Bonilla Valdés retoma la estrategia de a quienes critica: en su momento, Acción Nacional, aprovechaba los programas de radio llamados “radio tribunas” para que personas llamaran y hablaran bien de los gobiernos emanados de ese partido. Ahora, Bonilla utiliza a su patiño para simular opinión ciudadana que le permita pelear con alguien en pleitos que en ocasiones caen en lo ridículo.

La estrategia del gobierno de Baja California es clara, generar un clima de confrontación entre empleados y empleadores, vecinos con vecinos, los que tienen con los que no y en medio de esa lucha inexistente, aprovechar, todo lo que se pueda, para hacer negocios al amparo de la función pública, finalmente, ya tiene señalados a “los enemigos del pueblo”, ya escogió a quienes serán los malos de la película… que, en su caso, es solo un cortometraje.

Empecé este texto con el caso del Corredor 2000 porque la indiferencia mostrada por el gobierno de Jaime Bonilla es una muestra clara de lo poco que le importa atender prioridades, además, por más saliva que gasté para asegurar que no es igual que los que lo precedieron, sí lo es y sus principales colaboradores en el mini gobierno también lo son, con ellos aplica bien el dicho ese de “vale más cómplices que testigos”.

La última y desesperada acción ejecutada por Bonilla, en la que queda claro que atiende a ocurrencias y desesperación por cubrir el rastro de una de las más desaseadas políticas públicas de su administración es la municipalización de las comisiones del agua… preocupadísimo por cumplir con un mandato de la misma Constitución que ignora de manera recurrente, justo cuando ya se va, pretender pasar la bolita para que sean otros los que paguen sus culpas.

Lo bueno de todo esto, es que ya casi se va… empiezan a sonar las golondrinas y eso debe ser bueno…