La violencia de género no es un juego de palabras

Tema que se abordará este martes en la transmisión de #RevoluciónPúpura.

Por: Alejandra Guerra

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 24 DE AGOSTO DE 2021.- Las acusaciones de violencia de género contra Renato Ibarra, futbolista del América han provocado los análisis más profundos sobre si debe o no darse una segunda oportunidad a un hombre al que su esposa acusó de intento de feminicidio y aborto y aunque es una de las aristas más importantes que no deben dejarse de lado, lo que nos ocupa hoy, es la complicidad con la que algunos medios actúan con respecto al tema.

Y es que tras un polémico regreso al América quien justificó que el deportista “no tiene cargos pendientes que resolver y no cuenta con condena alguna” se esperaba su ejecución en la cancha y finalmente frente a su encuentro con los Xolos de Tijuana donde anotó el gol que definió el partido y fue ovacionado, habrá quién aquí como en otros tantos temas culturales piden separar la obra del autor y de esa manera minimizar una situación sistémica que acaba con la vida de 11 mujeres diariamente.

Pero lo peor no fue el regreso de Ibarra, la ovación y vítores de los aficionados, sino el tratamiento que le dieron los diarios deportivos del país, donde en un juego de palabras hacían oda de la “proeza” en portada y haciendo sorna de las acusaciones que alguna vez pesaron sobre el ecuatoriano.

“Golpe de autoridad” cabeceó Cancha de Reforma; Renació Ibarra apuntó Récord; “De presunto agresor a goleador” escribió El Universal; “Violento Zurdazo” escribió uno más, la referencia y mofa para obtener likes y alcance en las publicaciones es más que obvia.

No son pocos los periodistas que han rechazado estas portadas y lo celebro, pero para muchos no queda demasiado claro cuál es el problema y lo reducen a una exageración de las “feminazis” o “generación de cristal” como nos llaman aquellos que gustan de perpetuar los estereotipos de género; por otra parte, no son pocos los que trasladan la culpa a la mujer porque “ya lo perdonó”.

La violencia de género es un problema global y va más allá de la cultura y clase social, pero se sostiene por las plataformas como los medios de comunicación o espectáculos como el futbol que son de amplio alcance que normalizan o justifican la agresión, sobre todo si eres bueno en lo que haces y esto hace aún más complicado que quien tiene menos visibilidad pueda intentar siquiera continuar con un proceso legal porque simplemente está en desventaja.

Cuando hablamos de la violencia contra las mujeres, es común encontrar críticas y cuestionamientos hacia las víctimas, incluso si estas ya no están para dar su versión de los hechos, se traslada a ellas la responsabilidad de lo que los ocurre por el sitio donde estaban, por cómo vestían y un largo etcétera.

Sin embargo, el hogar es hoy por hoy uno de los sitios más peligrosos para las mujeres y como dato fue en la vivienda de familia donde Ibarra golpeó a su esposa en medio de una convivencia.

De acuerdo con ONU mujeres cada día 137 féminas son asesinadas por miembros de su propia familia, de las 87 mil víctimas del 2017, más de la mitad murieron a manos de sus familiares o parejas íntimas.

¿Cómo es que estas situaciones se siguen suscitando en una sociedad más informada?, pues justamente con el soporte que dan los medios de comunicación y las redes sociales al reforzamiento de los estereotipos de género mediante su discurso dándole un sentido de cotidianidad que se resisten a cambiar pese a las consecuencias que se puedan tener.

Como apunte y para dimensionar el problema durante la pandemia los delitos de violación y violencia familiar incrementaron en más de 20 estados del país y desde marzo se mantienen en rojo según Semáforo Delictivo.

Sin duda hay un gran camino que recorrer para que los creadores de contenido asuman la responsabilidad que tienen para cambiar paradigmas.