Memoria interna: Yo vi a Manny Pacquiao

Por:  Adrián Sarabia

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 21 DE AGOSTO DE 2021.- Cuando expresamos el ´´Yo vi a tal atleta´´, nos referimos a que fuimos afortunados en coincidir en la época del deportista mencionado, es decir, fuimos testigos de sus hazañas logradas o de apreciar la destreza con la que desempeña su deporte o disciplina.

Con Manny Pacquiao, todavía no podemos referirnos a él en tiempo pasado, porque increíblemente sigue peleando. Pase lo que pase en su combate ante el cubano de 35 años, Yordenis Ugás, el filipino pasará a la historia como de los mejores boxeadores de todos los tiempos, su nombre estará a un lado de personajes como Muhammad Ali, Rocky Marciano, Jack Dempsey, Sugar Ray Robinson, Sugar Ray Leonard, entre otros.

El longevo boxeador de 42 años, ha sido campeón mundial ocho veces en seis divisiones diferentes, simplemente lo que ha hecho con su cuerpo ha sido impresionante; mide menos de 1.70 metros e inició en los pesos Minimosca (108 libras) y hasta llegó a un peso pactado a 151 libras en un combate contra el tijuanense, Antonio Margarito. Hoy se mantiene en los pesos Welter (147 libras) y ahí ha nadado en los últimos diez años, como pez en el agua. Toda una aventura en la báscula la carrera del filipino.

Adquirió el mote de “mata mexicanos” y no era para menos, pues venció en 2 ocasiones a Erik “Terrible” Morales, a Juan Manuel Márquez y una sola vez a púgiles como Marco Antonio Barrera, David Díaz, Héctor Velázquez y Antonio Margarito.  Voy a poner el caso de Óscar de la Hoya aparte, porque a él, literalmente lo retiró del boxeo en 2008 con severo castigo y cátedra de boxeo ofensivo. Llegó a declarar en su momento que no existía boxeador mexicano capaz de noquearlo, aunque después le agarró cariño a México y a sus aficionados, cambiando el discurso a “No era mi intención pelear con un boxeador mexicano, pero así pasan las cosas”.

Protagonizó contra Juan Manuel Márquez, 4 tremendos y explosivos combates, en el que no salió muy bien librado del cuarto capítulo de esa fantástica historia boxística al caer fulminado por poderoso nocaut propinado por mexicano. Pero se levantó como solo las leyendas lo saben hacer para volver a la palestra; ante Floyd Mayweather Jr.  en una pelea tan esperada, sin embargo, no resultó lo que el respetable tenía en sus expectativas, de hecho, Pacquiao subió lesionado al ring y los que pagaron el evento hasta pidieron su reembolso.

El polifacético filipino tiene una historia de esas, con las que difícilmente no conectarían con los aficionados y no tan aficionados al box. Venció también a puñetazos la miseria en la que vivía en su natal Filipinas y llegó de la nada al gimnasio de su eterno e incondicional compañero y entrenador Freddie Roach. El resto es historia.

A Pacquiao se le caracteriza por sus labores altruistas en Filipinas, ocupa un cargo público (senador) y próximamente se lanzará para la presidencia de su país, motivo principal por el que colgará los guantes este mismo año o el próximo.

Regresa Pacquiao a Las Vegas, su casa boxística por años. La última vez que pisó un ring fue en el verano de 2019 en una intensa y reñida batalla frente a Keith Thurman, a quién venció en las tarjetas. A principios de ese mismo año (2019) me tocó cubrir su contienda ante Adrien Broner, también en la “Ciudad del Pecado”, significaba el regreso del “Pacman” en la concurrida ciudad de Nevada, tras 3 años de no aparecerse ahí.

Al ir a la recepción de un alejado hotel de la Arena del MGM Grand (Circus Circus), la chica que me atendió vio mi acreditación y me preguntó: ¿Quién pelea?, le contesté que Pacquiao contra Broner. Ella extrañada junto con sus compañeros, no sabían que iba a pelear el filipino, incluso pensaban que ya estaba retirado. Esa noche fue especial, los aficionados filipinos estaban contentos de ver a su ídolo en una función estelar en Las Vegas. Hay que decirlo, Pacquiao convoca otro tipo de público muy diferente al mexicano. El lobby del MGM Grand no esuna auténtica fiesta como cuando va a un peleador azteca, pero no deja de ser una leyenda viviente del pugilismo el “Pacman”. En unos cuantos meses, podemos decir todos: Yo vi a Manny Pacquiao.