Por Octavio Fabela
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 26 DE SEPTIEMBRE DE 2021.- La pandemia de COVID-19 le habría costado la vida a 2 mil indígenas en Baja California, esos decesos que no están incluidos en la estadística oficial porque sucedieron fuera de los centros hospitalarios del Sector Salud porque “ante la imposibilidad de entenderse entre médico y paciente, las personas se quedaban en casa”.
La presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas de la XXIV Legislatura, cuestionó al secretario de Salud, Alonso Pérez Rico sobre ¿Por qué no estaban esos registros? A lo que el funcionario se comprometió a estudiar el caso, “pero hasta el momento la información no ha fluido”.
Comunidades de indígenas asentados en Tijuana, San Quintín y Maneadero son las que mayor número de decesos no registrados presentan “al hablar con ellos refieren que la falta de traductores impide que tengan acceso a los servicios de salud y por eso prefieren tratarse con algunas medicinas en sus casas”.
Detalló que el secretario Pérez Rico le expuso que “en el Valle de San Quintín no hemos recibido tantas personas de la población indígena en los hospitales que lleguen manifestándose”, situación que aseguró se debe a que “los mismos paisanos han denunciado que no son bien atendidos, que les dicen que no regresaste a casa es lo mismo que sucede aquí, en Tijuana la única diferencia es que tú hablas en español allá no”.