Si hay denuncia, DIF retira custodia de menores hijos de adictos o narcomenudistas

Por: Korina Sánchez S.

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 25 DE SEPTIEMBRE DE 2021.- Sólo mediante denuncia social, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Baja California retira la custodia de menores hijos de personas con problemas de adicción o dedicados al narcomenudeo, reconoció la procuradora de protección de niñas, niños y adolescentes de Baja California, Úrsula Benítez Ortiz.

Pese a que Baja California es una de las entidades del país con alto índice de narcomenudeo en el que se han registrado casos de menores lesionados y hasta asesinados por familiares adictos o en hechos violentos cometidos contra adultos dedicados al narcomenudeo, en los albergues del DIF estatal, actualmente sólo hay 450 menores, entre niños y adolescentes y algunos son hijos de personas en esta condición.

El proceso de ingreso de los menores inicia tras una denuncia (que puede ser anónima). Una vez que se cuenta con los datos (dirección y condiciones del hogar en el que vive el niño) se envía a un trabajador social al lugar y se inicia una investigación, precisó.

“Si la situación lo amerita pedimos el apoyo de una unidad y presentamos a esta niña o niño ante el juez municipal, quien lo pondrá a disposición de nosotros y lo ingresará a nuestro albergue”, destacó al mencionar que llevan mil 478 denuncias recibidas por el DIF estatal en lo que va de 2021, mientras que en 2020 fueron dos mil 243.

“Las denuncias pueden ser presentadas vía telefónica, completamente anónimas, de manera personal, por medio del 089, en una aplicación que se llama Habla Por Ellos”, precisó y detalló que, en el caso de los hijos de personas dedicadas al narcomenudeo o adictas, ingresan muchas veces, por la omisión de cuidados, que deriva en una cadena de afectaciones psicológicas (como la ansiedad) o físicas (como desnutrición).

“Cuando ingresan a nuestro albergue empezamos a nivelar todas estas situaciones. Darles todas las necesidades médicas, alimentarias, psicológicas, emocionales para fortalecerlos”, destacó.

De acuerdo con el Código Penal de Baja California, la omisión de cuidados es un delito: “Al que abandone a una persona incapaz de valerse por sí misma, teniendo la obligación de cuidarla se le impondrá prisión de seis meses a dos años y se le privará del derecho de ejercer la patria potestad o tutela si el agente fuera ascendiente o tutor del ofendido”, dice el artículo 158.

Mientras que el 158 BIS del mismo código precisa: “Al que exponga a una persona incapaz de valerse por sí misma, teniendo la obligación de cuidarla, se le impondrá una pena de uno a cuatro años de prisión y hasta cien días de multa. Si el responsable es ascendiente o tutor, además, perderá los derechos que tenga sobre la persona y bienes del menor”.

  • El proceso de recuperación

Los padres son sometidos por primera vez a una valoración psicológica y un estudio por parte del personal de trabajo social, cuando se tramita la reintegración del menor a su hogar; así se determina si están en una situación de adicción.

“Si ese es el caso, entonces se les canaliza para que reciban apoyo de salud”, abundó, pero si la re-valoración que realiza DIF hacia los padres adictos resulta negativa nuevamente, es decir, determinan que no son capaces para cuidar a sus hijos, los niños y adolescentes quedan bajo el resguardo del gobierno.

“En caso de que no resulten aptos para la reintegración son sometidos a un plan social y se trabajan todas las áreas de oportunidad”.

Una vez que los padres sean aptos para cuidar de sus hijos, de acuerdo con la evaluación del personal de DIF los niños regresan a su hogar y los trabajadores sociales dan seguimiento a cada uno de los casos.

Pero los menores pueden no regresar nunca a casa. Si los padres no concluyen con su plan social indicado, especificó Benítez Ortiz, los niños son entregados a un familiar para su cuidado, con el fin de que tengan un hogar en el que vivan tranquilos y crezcan con plenitud.

  • ¿Qué les ofrece DIF?

La procuradora de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de Baja California, Úrsula Benítez Ortiz detalló que el primer paso de atención es el psicológico, a los menores ingresados al albergue.

Se les realiza una entrevista con psicólogos para la evaluación en el departamento de trabajo social, además de estudios de salud física.

“Nuestro trabajo es que este tiempo que estas niñas, niños y adolescentes están bajo nuestra protección, bajo nuestro cuidado, todas sus necesidades sean cubiertas”.