Por: Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 14 DE SEPTIEMBRE DE 2021.- El senador con licencia, Jaime Bonilla Valdez, ah, y gobernador de Baja California, ya amenazó con hacer el último día de su mini-gestión -31 de octubre 2021- una “jornada por la paz”.
Claro eso no tiene nada de relevante, lo realmente importante es que el mandatario que menos se ha preocupado por la seguridad de los bajacalifornianos, ya se va.
Algunos dicen que se irá a su residencia de Chula Vista, otros, los más zalameros lo ven como una figura –yo digo que decorativa- en el gabinete presidencial.
Lo importante es destacar que el recién autodenominado “lopezobradorista”, está regalando predios a los caciques del Partido del Trabajo (PT), en Ensenada.
También al más puro estilo “kikista” en la recta final de su gestión entregó seis patentes de aspirante al ejercicio del notariado público, en la entidad.
Al “lopezobradorista” Jaime Bonilla Valdez, se le nota en el rostro la desesperación porque el poder se le escurre como el agua entre las manos.
Lo cierto es que el “lopezobradorista” Jaime Bonilla, va a pasar a la historia como el primer gobernador que colgado del membrete de MORENA y su líder moral, López Obrador, gobernó el estado donde por primera vez ganó la oposición (al PRI) una elección.
Ya sé, también como el primer mandatario estatal en desentenderse sobremanera de garantizar la seguridad de sus “gobernados”, pues su breve gestión rebasará las cinco mil víctimas de homicidio doloso.