Son inoperantes los Puntos Naranja de Tijuana; mujeres desconocen el programa

Por Korina Sánchez S.

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 29 DE SEPTIEMBRE DE 2021.- En Tijuana existen 402 espacios para que se resguarden las mujeres que hayan sido víctimas de violencia y acoso sexual comunitario, como parte de una iniciativa del gobierno municipal, sin embargo, son prácticamente inoperantes al ser desconocidos por la población.

Karina transita diariamente por el centro de Tijuana y en varias ocasiones se ha sentido intimidada por hombres, entonces camina rápido y trata de ir a un lugar en el que haya mucha gente y que parezca seguro. Jamás ha escuchado sobre el proyecto Punto Naranja.

“Mi trabajo está por la calle tercera y a veces hay gente que vive en la calle, no sé… me mira. Yo guardo mi celular y camino rápido para llegar al trabajo. La verdad, me da miedo”.

La directora del Instituto Municipal de la Mujer (Inmujer), Julia Elena Muñoz Mérida estimó que hay 10 mujeres que se han resguardado en los llamados puntos naranja, al sentirse en peligro cuando transitan por la ciudad, aunque dijo desconocer el número exacto de atenciones.

“Tenemos poca información, en virtud que lo que nosotros decidimos hacer fue capacitar a las personas que están como enlace, para que sepan atender la problemática, pero el conocimiento a través de la difusión de las personas que viven acoso”.

Desde la implementación de la campaña en 2018, se han sumado más de 400 espacios, incluidas las universidades como la Autónoma de Baja California (UABC) y CETYS.

Muñoz Mérida invitó a los comercios a solicitar el registro ante Inmujer para que sean punto naranja, a través de la campaña “Únete” y así difundir el proyecto que pasa desapercibido por la población.

Lucrecia es una comerciante en la zona Centro de Tijuana que ha brindado ayuda a jóvenes que se sienten en peligro, pero desconoce que existe una iniciativa del gobierno municipal.

“Nunca había escuchado (sobre los puntos naranja). Yo ayudo a las muchachas que se sienten mal, a veces casi se desmayan y les ofrezco una silla y agua. También me dicen que sienten que las siguen hombres”.

La coordinadora del proyecto de Punto Naranja en Inmujer, Ingrid Castillo Cedillo precisó que en todo 2021 se tiene dos registros de resguardo de mujeres en los puntos naranja: En zona río y el centro de Tijuana.

“No se han atendido muchos registros en lo que va del año”. Admitió que son pocos los casos debido a la falta de difusión.

El proyecto abarca diversos polígonos de la ciudad, como las colonias de la zona Este, el área de la delegación Sánchez Taboada y el centro.

“Nos estamos enfocando en la zona Este porque, como sabemos, es el (polígono) de mayor incidencia delictiva”.

Negocios, bibliotecas, escuelas, gasolineras, supermercados y otros comercios pueden ser espacios de apoyo para la mujer, “los cuales estarán dotados con una guía informativa que seguirán para brindar apoyo, así como los números de emergencia para que puedan canalizar con las autoridades”, se indica en el sitio de internet de Inmujer.

¿Qué es un Punto Naranja? 

El Punto Naranja se basa en tres pilares de acción: Compromiso de poner un alto a la violencia contra las mujeres y las niñas, el brindar el primer apoyo a las mujeres que han sido víctimas de violencia comunitaria y promover la movilidad segura y el desarrollo igualitario de todas las personas.

Y su objetivo es “Lograr que comercios y empresas se sumen a la campaña y funjan como un lugar de apoyo para orientar y canalizar a mujeres en situación de violencia, siendo un vínculo con el gobierno”, se lee en la página web.

Castillo Cedillo explicó que en la zona Este no se cuentan con puntos naranja, por ello se está invitando a los establecimientos a unirse al proyecto, cuyo funcionamiento es sencillo.

“Puede ser que la víctima llegue al establecimiento y solicite la atención de un punto naranja, solicite ayuda o puede ser que esta persona capacitada dentro del establecimiento se pueda percatar que cerca del lugar hay una persona que está siendo víctima de violencia”.

En caso de que la víctima sea quien solicite la atención, el espacio está dotado de un área segura (puede ser una oficina que no esté en uso) después se llama a un familiar o a la policía municipal para que la mujer se sienta segura y acompañada al abandonar el punto naranja.