Por Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 29 DE SEPTIEMBRE DE 2021.- La decisión del Congreso del Estado de regresarle la presidencia municipal al diputado con licencia Arturo González Cruz es una muestra de que los diputados ya no están del lado o mejor dicho rendidos a las disposiciones que emanan de la oficina de Jaime Bonilla Valdez, a quién le queda un mes y días al frente del Ejecutivo estatal.
Esa muestra palpable de decirle con los hechos “tú ya no eres el jefe” ya había sido observada desde hace unos días atrás cuando, en el mes de la mexicanidad, los padres de San Diego equipos de béisbol de las Grandes Ligas prefirieron invitar a la gobernadora electa Marina del Pilar Ávila a lanzar la primera bola en un juego oficial y no al mandatario en turno.
En el beisbol, entregarle la pelota a alguien significa darle la confianza de conducir al equipo, también ser quien lanza la primera bola es un acto reservado para las celebridades, es además una forma en la que se le rinde, de alguna forma, un homenaje a alguien en alguna fecha especial, en el caso del equipo de San Diego, es un símbolo durante septiembre de demostrar respeto y cercanía con México durante septiembre, el mes patrio.
Por me llamó la atención, que, en el mes de las festividades por la independencia de México, hayan elegido para lanzar la primera bola a la gobernadora electa, que dicho sea de paso, nunca se ha manifestado como una fanática del beisbol, es residente de Mexicali y tal vez, como cachanilla, su mayor cercanía con el juego de pelota sea a través de las Águilas de Mexicali.
Lo hicieron dejando a un lado al gobernador en funciones que todos los días demuestra ser beisbolero, que cuenta con una butaca o tal vez un palco a su nombre en el estadio de los Padres, que públicamente reconoce que le gusta asistir al juego de pelota y que además tiene residencia oficial en San Diego. Con todo eso, no lo convocaron.
Lo de esta madrugada es todavía más representativo, al estilo que a Jaime Bonilla Valdés le gusta, los integrantes de la XXIV Legislatura sesionaron de manera extraordinaria y sin escuchar argumentos aprobaron que Arturo González Cruz debe volver a ser el alcalde de Tijuana para estar en funciones dos días.
Dicho en los términos que al mandatario estatal le gusta utilizar, los diputados le robaron la señal y evitaron que completara alguna jugada, lo pusieron out y le demostraron que, aunque todavía le quedan 32 días en el encargo como gobernador, ya no se manda solo y sus acciones las tiene que consultar con la gobernadora electa.
Beisboleramente, el equipo contrario, metió a un pitcher cerrador, que tiene la encomienda de sacar los tres últimos outs del juego. Y en las primeras puso fuera al primer bateador, así que solo le quedan dos por enfrentar. No creo que el gobierno estatal tenga a alguien que pueda hacer swing y avanzar a la base.
A Jaime, como le gusta que le digan en los videos que produce para auto elogiarse, literalmente, ya no lo dejan fildear, tampoco lo mandan a cachar y mucho menos lo invitan a pitchear. Ya está en 3-2 y por la forma en la que se comporta, seguramente está esperando el siguiente lanzamiento para irse ponchado.