TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 15 DE NOVIEMBRE DE 2021.- El Ejército de Salvación reabrió este lunes la casa para mujeres con capacidad para 22 personas, lo que es un espacio menor al que tenían anteriormente.
Una de las mujeres que se encuentran en ese lugar es María (nombre ficticio) quien huyó de su natal Charco de Agua, en Guerrero, porque los delincuentes que desde hace nueve años mantienen control en la zona, intentaron llevarse a su hijo de apenas 13 años luego de asesinar a su esposo.
“Salí de mi pueblo porque allá la delincuencia está muy fuerte; luego que se llevaron a mi esposo y mi cuñado (de quienes no ha vuelto a tener noticias) a mi niño me lo querían quitar también, él tiene 13 años y me salí sin avisarle a nadie” narra la mujer madre de cuatro hijos que llegó a Tijuana con la esperanza de poder recibir asilo político en los Estados Unidos.
Con tristeza que le provoca derramar lágrimas recuerda que en su tierra dejó a una de sus hermanas y a sus padres, de quienes no pudo despedirse, ni decir adiós.
“No me pude despedir de ellos, me vine sin decirles nada, es lo que más me pesa ahora; dejé mis cosas, esas las perdí, pero pues eso no le hace, me hace mis papás, ellos los extraño”, expuso.
María es una de las 22 personas que son atendidas en el Refugio para Mujeres del Ejército de Salvación en Tijuana, institución que tras el cambio de domicilio que se vio forzada a realizar ahora tiene un aforo menor, pues pasó de tener capacidad para 46 mujeres y niños migrantes a poco más de una veintena.
Ángel López, responsable del albergue explicó que las personas que reciben en ese lugar proceden del hotel filtro que opera la Organización Internacional para las Migraciones y se sostiene con aportaciones que reciben de organizaciones internacionales y mexicanas.