Por: Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 8 DE NOVIEMBRE DE 2021.- A más de 20 días de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, firmara el “Acuerdo para la regularización de vehículos usados de procedencia extranjera”, aún no hay lineamientos.
Solo hay incertidumbre entre cientos de miles de ciudadanos que utilizan un vehículo “chocolate” para transportarse en una región donde se presume el crecimiento económico, pero que tiene un transporte público caro y deficiente.
Estimaciones de algunos integrantes de Canaco Tijuana, advierten que solo en Tijuana, circulan más de 250 mil vehículos “chocolate”, pero en la entidad podrían ser más de medio millón de unidades.
Lo cierto es que los integrantes de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) AC, anunció que una vez que se publique el instrumento jurídico para regularizar las unidades, se interpondrán acciones legales ante el Poder Judicial de la Federación.
Hasta el momento, lo único que hay es una promesa presidencial de regularizar autos “chocolate” en la franja fronteriza del norte de México y un acuerdo –publicado en el diario oficial de la federación- que no detalla los pormenores de la regularización.
Especialistas en el tema de movilidad urbana, aseguran que no sería necesario el uso de autos “chocolate” si la ciudad tuviera un sistema de transporte público eficiente.
A Baja California le hace falta un liderazgo que ponga fin al cacicazgo en el sector transportista, que de verdad trabaje para lograr el reordenamiento del transporte público en beneficio de los ciudadanos, pero no hay quién, les gana la ambición por el dinero.