Por Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 24 DE DICIEMBRE DE 2021.- En medio de lodo, a la puerta de un lugar donde almacenan camiones de transporte de personal, el señor Mauricio Aguilar Flores y un grupo de personas pasarán la navidad en la calle, luego de que fueron desalojados de una vivienda en donde vivían.
Mauricio narró que desde hace tres meses llegaron a un domicilio de la colonia Tomás Aquino, muy cerca del Instituto Tecnológico de Tijuana, luego de que un amigo les recomendara irse para allá, pero no contaban con que las cosas saldrían mal, pues resultó que fueron parte de un engaño que los dejó sin vivienda.
Originario de Jalisco, lleva más de dos años en Tijuana y anteriormente vivía en las inmediaciones del Cerro Colorado, a invitación de su amigo llegaron a ese lugar, del que fueron despojados de los dueños que llegaron sin previo aviso y los sacaron.
“Nosotros vivíamos en la casa de enfrente (apuntando el domicilio), pero llegaron los dueños y no nos avisaron, nos agarraron desprevenidos y no teníamos el dinero para rentar. Fue una mala movida de un amigo que me engañó y me trajo para acá, aquí fue donde tropecé”, dijo, esbozando un semblante de descrédito.
Desde hace cuatro días, el señor Mauricio y las cinco personas montaron un campamento en la calle Juan Álvarez, muy cerca de del domicilio, duermen a la intemperie en casas de campaña y con sus cosas afuera, aguantando el frío y la lluvia que desde ayer ha arreciado y que se espera continúe durante esta noche.
Pese a las circunstancias, dice que de momento no han pensado en la posibilidad de ver algún albergue o refugio para resguardarse de la lluvia, puesto que están esperanzados a que la señora y los demás junten algo de dinero y puedan ir a rentar a otro sitio.
La noche de ayer que se presentó la lluvia, dijo que no pudo dormir y que se desvelé por estar cuidando el campamento, además dijo que sí tiene trabajo pendiente, pero por esta situación no ha podido salir a realizarlo por no dejar sus cosas y por la lluvia.
Luego de ser cuestionado sobre sus planes de dónde pasara esta Navidad, el señor Mauricio se limitó a decir que: “Pues aquí, aguantando el frío o tal vez vaya a visitar a alguno de mis familiares”.
