Por: Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 21 DE DICIEMBRE DE 2021.- Es probable que al concluir el 2021 la cifra de asesinatos en Baja California, sea menor a la que se registró en el año inmediato anterior, sin embargo, la percepción de inseguridad no disminuye y se confirma que la anterior estrategia de seguridad, si es que acaso hubo alguna, fracasó.
Si bien este año vamos a terminar con menos de 3 mil asesinatos, en el 2018 fueron 3 mil 160, en el 2019 fueron 2 mil 865 y en el 2020 -año de la pandemia- 2 mil 937; mientras que de enero a noviembre del 2021 van 2 mil 806 homicidios dolosos y contando.
Está bien claro que, en la pasada administración encabezada por Jaime Bonilla, lo que menos causó preocupación, mejor dicho, ocupación fue el tema de seguridad, pues no hubo resultados tangibles.
Y es que el 78.1 % de los tijuanenses y el 72.9 % de los mexicalenses, dijeron sentirse inseguros en su ciudad, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) de INEGI, publicada en octubre del 2021.
También quedó claro que la “estrategia” de seguridad, es decir, crear una “súper fiscalía” no fue la solución para “pacificar” Baja California, como lo presumió el morenista Jaime Bonilla.
De lo que sí hay registro, es de los más de 168 mil delitos que se cometieron en la entidad durante su bienio, según las cifras de la Fiscalía General del Estado, pero según los expertos por cada delito que se denuncia, hay al menos siete que no fueron denunciados, así que calcúlele.
Entrando el 2022 habrá una nueva corporación de seguridad ciudadana, un nuevo personaje al frente de esta; así como un nuevo fiscal general en el estado y si no hay coordinación o una estrategia clara, seguiremos viendo las cifras de asesinatos y homicidios ir en aumento.
Por el bien de los bajacalifornianos, esperemos que la gobernadora Marina del Pilar, proponga a personas con el perfil adecuado para ocupar los cargos -Fiscalía, Secretaría de Seguridad- no como el exgobernador morenista que impuso al compadre.