Por: Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 4 DE ENERO DE 2022.- Las recientes lluvias que cayeron en fin de año en Tijuana han hecho estragos en las vialidades de la ciudad, si ya de por sí había problemas de bacheo, con esto, se agudizó la situación.
Casi puedo asegurar que no hay calle o avenida en Tijuana, donde no haya un bache, pequeño, grande, como sea, pero lo hay; la ciudad requiere de un plan emergente para “resanar” sus vialidades.
Hay grietas en las principales avenidas de la ciudad, pero hay un sinnúmero de baches en las calles que nos llevan a las decenas de colonias de esta ciudad fronteriza; los baches son un problema para los residentes de la Cacho, como para los del Pípila, para los de La Mesa, como para los de La Presa.
En una de sus últimas visitas el presidente Andrés Manuel López Obrador, prometió un programa de regularización de autos “chocolate” y dijo que los ingresos generados por este, serían para acabar con los baches en la ciudad.
Si bien ya hay un acuerdo para que Hacienda, Economía y Seguridad, se pongan a trabajar en el esquema que dará pie a la regularización de los vehículos de procedencia extranjera, que se estima son más de 500 mil en la región, las reglas de operación aún no se publican.
Es poco probable que estas reglas de operación estén publicadas antes del primer trimestre del 2022 y aunque lo estuvieran, en este periodo habría pocos fondos para iniciar con los trabajos de bacheo y urge una solución.
Lo anterior, obliga al gobierno municipal a trabajar a “marchas forzadas” para que diseñen un plan de trabajo para beneficio de todos, no solo de los que habitan en las colonias más “pudientes”, sino para quienes residen en la periferia.
Sería bueno que los primeros ingresos que se generen por el predial que los ciudadanos responsables acuden a pagar en los primeros días del año, fueran destinados para acabar con los baches de la ciudad, los tijuanenses lo agradeceríamos. Las calles están destrozadas.
