Viven en pobreza casi un millón de personas en BC
Por Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 30 DE ENERO DE 2022.- En Baja California casi un millón de habitantes se encuentran en situación de pobreza, de los cuales, el 53.24 % de esta población se concentra en Tijuana, reveló la Secretaría del Bienestar.
El documento “Informes anuales sobre la situación de pobreza y rezago social” que detalla la situación en las entidades, municipios y demarcaciones territoriales del país, informó que en esta entidad fronteriza hay 851, 700 habitantes en situación de pobreza.
Refiere que son 58, 008 personas en pobreza extrema y 793, 692 en pobreza moderada, además de 1, 299, 748 en situación de vulnerabilidad por carencia social (rezago educativo, acceso a los servicios de salud y acceso a la seguridad social.
En rezago educativo hay 609, 008 personas, con carencia de acceso a los servicios de salud son 907, 417 y con carencia a la seguridad social hay 1, 472, 697 personas. La entidad registra una población de 3, 769, 020 de acuerdo con el censo poblacional 2020.
Por su parte, la población en situación de pobreza en Tijuana es de 453, 508 personas, de las cuales, 417, 998 se encuentra en pobreza moderada y 35, 510 en pobreza extrema.
En Mexicali se reportó una población en pobreza de 208 mil 212 habitantes, de los cuales, 11, 163 en pobreza extrema y 197, 049 en pobreza moderada. En Ensenada se registró 58, 614 personas en pobreza; de estos, 9, 127 en pobreza extrema y 89, 487 en pobreza moderada.
En tanto, en Tecate se registró una población en pobreza de 22, 974 personas, de los cuales 21, 660 en pobreza moderada y 1, 314 en pobreza extrema. Mientras que en Rosarito la población en pobreza es de 40, 796 personas, de las cuales, 37, 973 en pobreza moderada y 2, 823 en pobreza extrema.
En esta medición ya aparece el municipio de San Quintín con 41, 053 personas en pobreza, de las cuales, 36, 592 en pobreza moderada y 4, 461 en pobreza extrema.
De acuerdo con la Secretaría del Bienestar, el informe tiene como objetivo, orientar la aplicación de las aportaciones federales, que reciben las entidades federativas y los municipios del país con cargo al Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), hacia el financiamiento de obras y acciones sociales básicas que beneficien directamente a la población en pobreza extrema o en condición de alto y muy alto rezago social, así como a la población que radica en las zonas de atención prioritaria.