Mexicanos desplazados por la violencia se plantan frente a Garita Otay Mesa
*.- “Estamos desesperados”, claman madres con hijos varados hace más de un año
Por: Gabriela Martínez
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 18 DE FEBRERO DE 2022.- Entre 40 y 50 mexicanos desplazados de violencia –principalmente de Michoacán y Guerrero- se plantaron en la Garita Otay Mesa, en Tijuana, para pedir asilo al gobierno estadounidense, luego de pasar alrededor de un año en la ciudad a la espera de ser atendidos por alguna autoridad.
Durante los últimos meses, las familias han vivido en el albergue Pro Amore, en donde han esperado a que la Unión Americana abra la frontera y reactive los trámites para solicitar asilo en aquel lado de la frontera donde detuvieron los procesos, bajo el argumento de no contar con personal suficiente debido a la pandemia.
Brenda es una de las mujeres que salió del refugio junto con sus hijos y se trasladó hasta el puerto fronterizo, se trató de un grupo de aproximadamente unas 50 personas, prácticamente la mitad eran niños, niñas y bebés que iban con sus padres.
En su caso, la joven de 32 años de edad escapó de las amenazas del crimen organizado. Su hijo, casi era obligado a forman parte del grupo criminal, pero antes de eso la familia decidió huir para salvar su vida y tratar de mejorar sus condiciones, sin exponerse al riesgo.
“Uno vino no porque ande tras el sueño americano o nomás por el gusto de cruzar, estamos acá porque regresar es una sentencia de muerte y así está todo el país, también tenemos derecho a una buena vida para nosotros y nuestros hijos, sin que estemos en riesgo”, dijo Brenda.
Al sitio llegó personal del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Dirección de Atención al Migrante de Tijuana, entre los funcionarios se acercaron a las familias para convencerlos de retirarse del sitio, justo a unos pasos del primer filtro para ingresar a suelo estadounidense, en donde cientos de personas hacían fila, con documento en mano, para cruzar.