Por Manuel Ocaño
SAN DIEGO, CALIFORNIA A 19 DE FEBRERO DE 2022.- Unas doce familias con aproximadamente 50 personas que buscaron en grupo pedir refugio a la garita de Otay reaccionaron así a una versión de “que el proceso de asilo en Estados Unidos está cerrado para ellos”, dijo a Esquina 32 la directora del albergue del que salieron.
“Hasta donde entiendo, vinieron al albergue unas personas de Acnur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y les dijeron a estas familias que el proceso de asilo está cerrado y que así va a seguir, entonces las familias se desesperaron, tomaron algunas de sus cosas y decidieron irse para Otay”, dijo Leticia Herrera directora de Pro Amore Dei.
Las familias “se fueron muy desesperadas, porque les dijeron que no iban a obtener asilo y que mejor se regresaran a los lugares de donde vinieron”, dijo Herrera.
Detalló que la mayoría de las personas que fueron a la garita son originarios del estado de Michoacán, que desde hace aproximadamente un año es escenario de una guerra entre carteles de las drogas, en la que dos bandos aterran a la población para obligarla a colaborar.
Las familias migrantes llegaron en grupo a las inmediaciones de la garita con intención de entregarse en busca de asilo, pero la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) desplegó a manera de antimotines a un grupo de agentes e impidió que los migrantes se acercaran lo suficiente.
Oficiales de migración de México invitaban por su parte a los migrantes a regresar al albergue donde, dijeron, les proporcionarían información sobre el proceso de asilo.
La directora del albergue dijo que unas 50 personas han regresado, pero aproximadamente 20 más decidieron permanecer cerca de la garita.
Algunas de esas familias han estado desde hace meses, algunas un año en el albergie, a la espera de alguna oportunidad de pedir asilo.
La administración Biden reanudó el programa Quédate en México para recibir solicitudes de asilo, pero esa política, que inició durante la era de Donald Trump, tiene ahora alcances muy limitados.
El gobierno de Estados Unidos solo recibe siete solicitudes a lo largo de toda la frontera, pero únicamente de migrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Colombia.
La mayoría de los migrantes en Tijuana son, en cambio, de México, Honduras, El Salvador y Guatemala.