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Se resisten vecinos fundadores de Camino Verde a dejar viviendas

Por: Octavio Fabela Ballinas

TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 18 DE MARZO DE 2022.- La señora María Luisa, entre lágrimas, ve como el patrimonio que construyó durante 35 años está por venirse abajo. Su esposo Òscar ha abierto zanjas y conectó electricidad: Son de los primeros pobladores de Camino Verde que se niegan a aceptar que su casa está por caer.

“Empezamos con cuatro palitos y un techo de felpa”, recuerda la señora María Luisa, que junto a su esposo duermen en lo que era el patio y asegura que los días se le van en puro llorar al ver la situación en la que se encuentra.

El matrimonio alberga la esperanza de que su casa no caiga y para evitarlo han abierto zanjas donde dicen saldrá el metano de las cañerías, que creen que es lo que está provocando el problema.

Las calles en la ladera que está a punto de colapsar en Camino Verde lucen semivacías, el pavimento destrozado y ya son bastantes las casas que empiezan a caer, desde abajo, la loma semeja un pastel con cada vez más grietas, las pocas personas que se mantienen en el lugar lo hacen tratando de rescatar algo de material para empezar de nuevo.

Este jueves, el gobierno de Baja California comenzó la entrega de cheques de ocho mil pesos a las familias damnificadas. El subsecretario de Bienestar, Oliver Guerrero explicó que están disponibles cheques para 197 de las 250 familias que han concluido el trámite que realizan todos los días de nueve de la mañana a ocho de la noche en el Centro Comunitario.

En la zona, los vecinos siguen sin creer que se trate de un problema originado por una falla geológica, en las calles en las que ya se ha fracturado el terreno es visible la humedad de la tierra, fácilmente identificable por el cambio de coloración de la tierra; algunas de las personas que todavía están en la zona aseguran que sigue corriendo agua de drenaje todos los días.

“Es el momento de que el gobierno, por el que votamos, ayude a la gente porque muchos ya no han podido ir a trabajar por estar ocupados sacando sus cosas”, exigió el señor Regino Hernández, él vive en una de las casas donde todavía no hay daños y ayuda a su hermano a sacar sus muebles de su casa en la calle Sierra de Juárez.

Entre quienes se resisten a salir está la señora Catalina que reclama que el gobierno causó pánico el sábado pasado cuando utilizó perifoneo en la zona para alertar a los vecinos a evacuar, ella cree que será despojada de la propiedad del predio en el que está su casa.

En la parte baja de la ladera, sobre la calle Víctor Islas Parra el panorama es de una zona de desastre, ya casi ninguna casa sigue en pie por eso vecinos han destrozado el pavimento para evitar que al recorrerse dañe sus viviendas.

Algunos de los que habitan la zona que no está considerada como de riesgo monitorean utilizando tubos que sirvieron para la instalación hidráulica de las casas derrumbadas como medida para tratar de conocer la profundidad de las grietas que se han formado.