Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 6 DE MARZO DE 2022.- María (nombre ficticio) es maestra y desde hace dos años fue diagnosticada con cáncer de seno, por lo que empezó tratamiento en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), pero desde diciembre de 2021 no recibe consulta.
En entrevista explicó que la doctora responsable tiene licencia por maternidad, sin que se cubriera esa vacante.
“En diciembre me tocaba la cita y ya nunca más me volvió a tocar, nada más me van dando largas y largas y no me atiende ninguna otra cita en oncología de ISSSTE de Palmas; las pastillas a veces llegan, a veces no llegan, a veces tengo que comprarlas. Desde diciembre no se me han dado un tratamiento, no hay un médico que me vaya haciendo chequeos o me vaya haciendo estudios para saber cómo voy”, comentó.
La maestra refirió que además de la falta de seguimiento médico es común el desabasto del medicamento Letrozol, que es el que deben suministrarle con regularidad, el costo en el mercado de ese fármaco es de tres mil pesos que son cubiertos por la paciente.
“El medicamento, a lo mejor un mes llega, un mes no, dos meses no, así. El medicamento que llega es el más económico, ese es el que nunca falta, como el paracetamol, el medicamento económico. Las pastillas caras es más frecuente que no lleguen”, aseguró.
Aunque no siente que su salud haya decaído, su preocupación es que no exista un oncólogo en la institución y teme que al no contar con el seguimiento la enfermedad avance, sin que se dé cuenta.