Por: Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 5 DE ABRIL DE 2022.- Si la Ley Federal de Revocación de Mandato prevé que los ciudadanos inconformes con el ejercicio de poder del mandatario en turno sean los que promuevan quitar al presidente; ¿Qué caso tiene participar en una consulta de revocación, promovida por los Amlovers?
Una simulación y nada más, es lo que presenciaremos el próximo 10 de abril en nuestro país, cuando los fieles seguidores de López Obrador acudan a las urnas a pedir que el “mesías” tabasqueño, no deje la presidencia.
A la feligresía lopezobradorista no le queda más que seguir el juego del Presidente, muchos de ellos no estarían despachando desde la administración pública de no ser por el arrastre de Obrador.
Se han vuelto una copia fiel del viejo PRI, las mismas mañas; lo vimos este fin de semana en Tijuana, las mismas prácticas del acarreo de ciudadanos.
La “diferencia” es que por ser de la “banda morenista”, de los que “no mienten, no roban y no traicionan”, está bien aprovecharse de sus puestos para promover esta patraña de la “revocación”.
Parece que no habrá una copiosa participación en las urnas, pocos son los que caerán en este garlito confección desde palacio nacional.
De confirmarse una mínima participación ciudadana este domingo diez de abril, seguramente Obrador culpará a los organizadores -INE- de no hacer bien su trabajo, de ser un “estorbo” para la democracia.
Obrador de hecho, ya amenazó con una reforma político-electoral, ojalá la oposición se faje y no ceda a las pretensiones del tabasqueño que busca manejar al órgano electoral, como lo hacía el viejo régimen -entiéndase PRI- ese sí sería un verdadero retroceso.