Por Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 20 DE ABRIL DE 2022.- De acuerdo con especialistas en geotécnica la humedad combinada con un movimiento antiguo y la fatiga que provocó en el suelo el peso aproximadamente de 400 toneladas por lote en la parte alta fue lo que reactivó el deslizamiento de la ladera en Camino Verde, el movimiento fue detonado por la humedad provocada por fugas de agua y letrinas.
Del mismo modo que la humedad se fue filtrando y terminó por convertir el suelo arcilloso de esa ladera en una capa resbalosa, empiezan a querer entrar intereses políticos entre los vecinos que sostienen la versión de que fue la Comisión Estatal de Servicios Públicos la responsable de que se volviera a activar el deslizamiento.
Igual que con los damnificados en la ladera de Lomas del Rubí, lo que ha sucedido en Camino Verde presagia que políticos como Marco Antonio Blázquez, buscarán lucrar con la necesidad de las personas que perdieron su patrimonio y comenzarán a utilizarla para fines de proyección personal y para alimentar sus ansias electoreras.
Para nadie fue un secreto que todos los que buscaron un puesto de elección popular, los que ganaron y quienes no, posaron para la foto teniendo como fondo las ruinas de lo que fue el hogar de los damnificados de Lomas del Rubí, a quienes, por cierto, prometían justicia y hasta el momento no les han cumplido.
La repentina aparición de un diputado del que se pueden decir muchas cosas, pero ninguna hablando de resultados o una adecuada labor legislativa no presagia nada bueno, sobre todo porque su función debería ser la de acercarlos a registrarse en el padrón que ya realizan las autoridades ejecutivas, que son las que tienen la posibilidad de ayudar y resolver.
La humedad se ha colado en Camino Verde y eso detonó el deslizamiento de la ladera y es preocupante que del mismo modo que lo hizo el líquido, Blázquez y sus intereses políticos empiecen a colarse en el ánimo de un grupo de personas que al igual que sus casas están devastadas y lo que menos necesitan es convertirse en bandera de algún politiquillo.
Lo peor de su presencia en ese lugar es que las familias de Camino Verde lo que necesitan es soluciones, no discursos. Requieren un programa de reubicación no despensas y dádivas electoreras. Necesitan paz y sosiego, no convertirse en el motivo para golpeteo entre intereses políticos. Les urge una solución y para alcanzarla lo que menos hace falta es la intervención del diputado manejado desde una curul en el Senado.