Migrante herida pierde movilidad; por temor buscan entregarse en la frontera
“Tenemos dañó sicológico”, lamentan víctimas
Por Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 20 DE MAYO A 2022.- La migrante michoacana que fue herida la noche de ayer al interior del albergue Ágape Misión Mundial continua internada y presenta problemas de movilidad debido a que la bala le ingresó del hombro hacia la columna vertebral, así lo dio a conocer su cuñado, Hugo Bravo.
La joven madre, viene huyendo de la violencia en su estado junto con otros 15 familiares más, entre los que se encuentran siete niños, a quienes, a decir del cuñado, se empeñaron en resguardar cuando comenzó la balacera afuera de las instalaciones del albergue.
“Yo cuando resguardé a mis niños, mi cuñada me gritó y corrí a ver qué había pasado y como estaba la balacera le pedí que nos fuéramos, pero me dijo ‘no puedo, me dieron’ y me dijo que no se podía mover, la quise cargar y no se movió nada, cuando alucé con el celular ya le vi el impacto de bala”, dijo.
Luego de esta situación, entre la población alojada en la institución se percibe temor, ya que para algunos representó una situación traumática que se conjuga con las experiencias de violencia de las que ya venían huyendo de sus estados y países, incluso algunos ya empiezan a considerar la opción de irse a entregar en el cruce internacional de Tijuana.
La señora Francisca Aguilar, originaria de Honduras, narró que “fue horrible, nos tuvimos que esconder un rato y al rato empezaron de nuevo; sentíamos que a todos nos caían todas las balas, sonaban por todos lados, a mí tuvieron que llevar a una clínica porque me atacaron los nervios”.
Edgar Daniel García, uno de los migrantes del albergue, narró que fueron dos veces las que se produjo el intercambio de disparos lo que generó pánico principalmente entre los niños que se encuentran en el lugar.
“Estuvo muy tremendo, ya estábamos durmiendo cuando comenzó la balacera, primero fue como a las 7:30 de la noche, luego se escucharon por el panteón y de ahí vimos como comenzaron a correr algunas personas, se calmó un poco pero ya más noche comenzó nuevamente la balacera, se oía que chispaban las balas y le cayó una bala a una de las personas”, dijo.
Entre los migrantes que eran vecinos de Ana Laura, varios de ellos recién llegados del campamento de El Chaparral consideran ir a la Garita Internacional para entregarse a la patrulla fronteriza de Estados Unidos.
“No estamos seguros aquí, por eso pedimos que pronto se abran los procesos de los asilos para que podamos hacer nuestros trámites y poder continuar nuestra vida normal”, señaló Daniel García.
Por su parte, la señora María del Rosario, hondureña, dijo que “los niños están muy nerviosos, luego de que vimos a la muchacha herida mucho más, fue peor para todos tenemos daño sicológico y creo que todos estamos igual”.
Ana Laura, la Joven madre herida forma parte de una familia de 15 personas que hace poco llegó a la ciudad, su cuñado, Ulises asegura que abandonaron su natal Michoacán ante el temor de correr la misma suerte que otros de sus familiares quienes fueron asesinados por una banda del crimen organizado.
El albergue Ágape, cuenta con rondines de vigilancia de la policía municipal además de algunos recorridos que realiza la guardia Nacional. El pastor Albert Rivera aseguró que la vigilancia que le ofrecen los gobiernos estatal y municipal “es insuficiente porque aquí se encuentran personas que huyen de la violencia en sus lugares de origen”.