Por Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 25 DE MAYO DE 2022.- El reclamo de varios de los sectores de la sociedad es válido, el gobierno de Baja California y el de Tijuana dan la impresión de continuar en campaña. Los dos, el que encabeza Marina del Pilar Avila a nivel estatal y el de Montserrat Caballero en el municipio parece que continúan en campaña y las dos tienen más de medio año que iniciaron funciones.
La ciudad y el estado no se dirigen a través de redes sociales como pretenden hacerlo las dos gobernantes quienes están aplicando la máxima de que no importa que tan grande sea el huevo sino el ruido con el que lo cacaraqueas para difundir una realidad que entre la población es ajena a lo que ellas publican.
En el caso de Tijuana, la alcaldesa no ha dado la cara desde el día que delincuentes fueron al que debería ser uno de los sitios más seguros de la ciudad, la comandancia Margarito Saldaña y sin empacho quemaron tres patrullas, una de ellas recién comprada, el silencio de la alcaldesa se repitió luego del segundo atentado en el que quemaron otras tres unidades.
Y no se trata de posturas políticas en las que el golpeteo a la imagen del gobernante, la alcaldesa de Tijuana tiene mucho que aclarar sobre los hechos reciente no solamente en el asunto de la seguridad y la actuación de sus policías, también es importante que explique sobre otros asuntos, como, por ejemplo, atentados en sitios públicos, adicciones e imperceptible trabajo para mejorar las vialidades y movilidad en la ciudad.
De la gobernadora Marina del Pilar poco se puede decir, actúa con el clásico estilo del “vamos a hacer”, “estamos revisando” y otras frases recurrentes que le aprendió muy bien a su líder Andrés Manuel López Obrador; es claro que está más preocupada por la imagen de su partido que por lo que sucede en la entidad que fue electa para gobernar.
Solo por citar un ejemplo, el tiempo que dedicó para viajar a Durango a hacer campaña, lo pudo invertir en una reunión de trabajo con la alcaldesa de Tijuana, o de Tecate para encontrar soluciones conjuntas a distintos problemas, y refiero estos dos municipios porque con ellos parece ser que no se toleran y su “coordinación” es solo para las fotos en redes sociales.
¿Qué tal reunirse con los colectivos de búsqueda inconformes que tuvieron que ir a bloquear oficinas para obligarla a darles audiencia?… tiempo para ellos había y de sobra el pasado domingo. ¿Qué tal una reunión de trabajo para definir estrategias de atención al problema de las adicciones?, también le pudieron servir las 24 horas del domingo.
En fin, tendremos que seguir soportando a nuestras gobernantes que están en una eterna campaña política y no prestan atención a los problemas que más nos afectan. Para ellas primero están las redes sociales, siguen bien la ruta que trazó Jaime Bonilla Valdés, refugiarse en el Facebook para evitar ser cuestionado y aclarar las dudas.
Por cierto, eso de los miércoles de mañaneras de la señora Marina del Pilar Avila, ya se convirtió en todo, menos en ejercicio de rendición de cuentas y de aclarar dudas.
