Por: Lourdes Loza Romero
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 9 DE JUNIO DE 2022.- Jonathan Erick “N” eligió irse a juicio, negándose a concluir el proceso penal que lleva por el delito de feminicidio en un procedimiento abreviado; hace dos años mató a su exnovia apuñalándola con un cuchillo dentro de su lugar de trabajo.
La mañana del 8 de febrero de 2020 Jonathan Erick ingresó a la planta de la empresa SuKarne, ubicada en la colonia Garita de Otay, para dirigirse directamente a su expareja Genoveva. Seis meses atrás la mujer decidió terminar la relación que sostuvieron, por haber detectado un comportamiento violento de su parte.
De acuerdo con los testigos, la mayoría compañeros de trabajo de la víctima, el hoy imputado primero la agredió verbalmente y después tomó un cuchillo de la misma empresa con la cual le causó una herida mortal en el pecho. Una de sus compañeras estaba enterada que el hombre la amenazó en una llamada telefónica la noche anterior e intentó defenderla.
Pese a la ayuda de sus compañeros Genoveva murió desangrada al interior de la planta, mientras que Jonathan Erick huyó con ayuda de su hermano, según trascendió en ese momento. Días después, el 14 de febrero, se logró su detención por parte de elementos de la Fiscalía General del Estado. El día de su detención fue vinculado a proceso y desde entonces permanece bajo prisión preventiva, en la penitenciaría de La Mesa.
La mañana del miércoles 8 de junio se llevó a cabo la audiencia intermedia, de manera virtual, en la cual el imputado aceptó irse a juicio desechando la opción del procedimiento abreviado. Durante parte de la audiencia el imputado se la pasó secundando cada afirmación que hacía su abogado defensor. Se aceptaron todas las evidencias de prueba que presentará la Fiscalía en el juicio, sin oponerse a ninguna.
En una de las pantallas aparecía el rostro de la señora Leticia, madre de Genoveva, quien funge como la parte afectada en este caso. Recientemente se quedó sin abogado, debido a que el que la representó desde el inicio falleció semanas atrás, por lo que el juez de control le asignó a una defensora de oficio provisionalmente. A sus espaldas se podía apreciar que atendía la audiencia desde la sala de su hogar, en una de las paredes se sostienen retratos de su fallecida hija.
“Yo solo quiero que se haga justicia”, fue lo que respondió la madre de Genoveva cuando el juez le cuestionó si tenía algo que declarar en esa audiencia, mientras el imputado se negó a decir algo cuando le tocó su turno.