Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 24 DE JUNIO DE 2022.- Experimentadas como la doctora Araceli Patrón Valdivia o muy jóvenes como Astrid Esparza y Paola Torres, las paramédicas coinciden en que su principal motivación es ver a las personas, de las que muchas veces no conocen ni su nombre, recuperarse de un estado en el que su vida corría peligro gracias a su ayuda.
Impulsadas por la vocación altruista de ayudar a las personas, las tres paramédicas que forman parte del equipo de 130 técnicos en urgencias médicas, compartieron sus motivaciones y alegrías en el servicio, coincidieron en que tras las jornadas de trabajo su mayor recompensa ha sido recibir el agradecimiento de personas a las que ayudaron en momentos difíciles.
Con 36 años de servicio en la Cruz Roja, Araceli Patrón Valdivia combina el trabajo como médico de emergencias con los turnos en las ambulancias; ahora también participa como Coordinadora de Capacitación lo que permite tener contacto con los jóvenes que ingresan a formarse con la intención de integrarse al trabajo de urgencias.
Un accidente en el que un joven sufrió una lesión severa en el cráneo es el momento que recuerda, como uno de los momentos que la han marcado, sobre todo porque después de acudir a recoger al muchacho, lo atendió en el hospital y pudo ayudarlo a recuperarse; semanas después el paciente la buscó para agradecerle por haberle salvado la vida.
Junto con Araceli trabaja en algunos de los más de 100 llamados diarios que responde la Cruz Roja Astrid Esparza, una odontóloga que de pronto sintió la necesidad de ayudar a personas en desgracia por eso decidió inscribirse en la escuela de la Cruz Roja de la que egresó hace poco y ya está en la lista de los paramédicos de guardia.
Con poca experiencia en el manejo de urgencias, Astrid recuerda que uno de sus primero llamados fue para auxiliar a personas que resultaron lastimadas en un incendio, entre las víctimas estaba un niño con quemaduras de tercer grado al que logró estabilizar y lo llevó para ser atendido en un hospital del que días más tarde salió y está recuperándose.
Para la joven de 25 años, la mirada de agradecimiento que le dirigió el niño poco antes de entregarlo en el hospital es hasta el momento el mejor recuerdo que tiene de su trabajo, recordar esos segundos asegura que es lo que la motiva para seguir todos los días cumpliendo con las guardias que en ocasiones son de noche.
Paola Torres es una joven estudiante de medicina que ya vivió la experiencia de reanimar a personas con problemas cardiacos, asegura que ver a sus pacientes recuperarse de estar al borde de la muerte es lo que la motiva a seguir preparándose como Técnico en Urgencias Médicas y anhela ser médico de urgencias al terminar la carrera de medicina.
Las tres paramédicas forman parte del equipo de más de cien personas que trabajan en la Coordinación de Socorros de la Cruz Roja institución que hoy hizo un alto para celebrar el Día del Paramédico.