Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 21 DE AGOSTO DE 2022.- Más de 24 horas después del accidente, en el que el taxi con número económico TRZM-17746 se estrelló contra un poste en el bulevar Cucapah, por acelerar y ganar a otra unidad del transporte público, ni la aseguradora, ni el dueño del vehículo, ni el Instituto de Movilidad Sustentable (IMOS) se ha presentado con la familia de los afectados.
Teodoro García Horta, hermano de Eduardo García Horta, uno de los dos heridos graves del accidente explicó que para la atención de médica del lesionado han pagado 12 mil pesos a la Cruz Roja, el gasto lo han cubierto mediante préstamos de amigos y algunos de los clientes de su familiar, que se han solidarizado con la causa.
El señor García Horta resultó con una lesión grave en la cadera, por lo que el diagnóstico médico es que necesita con urgencia una cirugía que le permitirá recuperar la movilidad, además tiene lastimada la rodilla y estuvo a punto de perder uno de los dedos de la mano, pero ya fue intervenido y se logró salvarlo.
Explicó que de acuerdo con la versión de su hermano, el taxi siniestrado cubría la ruta de Villa Fontana hacia el Centro. Don Eduardo García, un hombre de 61 años se dirigía a cumplir con un compromiso laboral, cuando el chofer de nombre Juan Gabriel Villegas comenzó a corretearse con otro vehículo del transporte público.
En entrevista detalló que, por la velocidad excesiva con la que Juan Gabriel conducía el vehículo tipo vagoneta perdió el control y se estrelló, contra la base de un semáforo en el crucero con el boulevard Las Torres, en el accidente nueve personas resultaron lesionadas; su hermano y otro pasajero quedaron con heridas de gravedad.
El señor Teodoro García Horta hace un llamado a quienes viajaban en el vehículo siniestrado para que acudan ante la Fiscalía General del Estado (FGE) para rendir declaración de los hechos, además de que presenten denuncia para de esta manera poder exigirle a la aseguradora o a quien resulte responsable por los daños causados.
Lamentó que la política de cero tolerancia para los choferes de transporte público se ha abandonado, por lo que ahora además de transportar exceso de pasaje, lo hacen a velocidades que exceden el límite permitido para ese tipo de vehículos sin que exista autoridad que los haga cumplir con el reglamento.
