Por: Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 2 DE AGOSTO DE 2022.- El fin de semana anterior, en MORENA se vivió un proceso de selección de aspirantes a congresistas, consejero nacional y estatal, una jornada “democrática y transparente”.
Según el dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado Carrillo, se tuvo una participación de al menos tres millones de mexicanos en los treinta y dos estados de la república.
Durante el fin de semana se revivieron las prácticas de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democracia, acarreo de “militantes”, compra e inducción del voto.
En su mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador, minimizó los incidentes (quema de urnas, papelería, golpes, protestas) que protagonizaron los militantes, simpatizantes morenistas.
Más tarde, el dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado, también soslayó los hechos, dijo que no son verdaderos morenistas los que incurrieron en estos incidentes.
Lo más ridículo, fue la crítica de los partidos de oposición, cómo Acción Nacional, que criticaron el accidentado proceso de selección de aspirantes a congresistas, consejero nacional y estatal.
A poco tan pronto olvidaron la confrontación que se vivió en el partido cuando entre Margarita Zavala y Ricardo Anaya de cara al proceso electoral del 2018.
Dentro del PRI también se han vivido situaciones de alta tensión en los procesos de renovación, además de ser el partido al que le atribuyen todas las artimañas de la política.
Lo innegable es que MORENA está experimentando una verdadera revuelta en su interior, un claro ejemplo de la lucha del poder por el poder, o en palabras del propio López Obrador: donde hay botín, hay motín.
También es cierto que MORENA sigue ganando terreno en la calle, en los medios y en el inconsciente colectivo, lo que seguro los mantendrá vigentes para el proceso electoral del 2024.
