Por: Octavio Fabela
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 16 DE AGOSTO DE 2022.- La autoridad se vio obligada por los delincuentes a responder con mayor presencia en la ciudad tras los atentados del fin de semana, crear pánico en la sociedad es una estrategia que ya fue probada por los criminales desde el 2019 en Culiacán, Sinaloa donde descubrieron que esa es la forma de doblegar al gobierno para conseguir prebendas o la libertad de sus líderes.
En entrevista, el antropólogo y profesor de la Universidad de California en San Diego, Víctor Clark Alfaro indicó que los hechos del fin de semana en cuatro de los municipios de la entidad, no tienen una lógica de ser ya que lo único que consiguieron es “calentar la plaza”, algo que no es bueno para el negocio ilícito de ninguna de las organizaciones criminales que operan en la entidad.
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Desde su observación, quienes organizaron los ataques son los llamados delincuentes de cuello blanco, entre los que están inmiscuidos empresarios, políticos y hasta jefes de la Policía Municipal, quienes mandaron como carne de cañón a jóvenes adictos a quienes les pagaron tal vez con droga, y que son los que ahora enfrentan cargos por terrorismo.
“Por lo pronto ya pusieron a la autoridad contra la pared, ellos saben que esos actos de terrorismo funcionan, como funcionaron en Culiacán en 2019, donde se dejó en libertad a uno de los principales líderes del Cártel de Sinaloa y seguramente ya están exigiendo prebendas y espacios”, detalló.
El académico consideró la posibilidad de que los atentados que ocurrieron durante el fin de semana tengan trasfondo político, sólo es demagogia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y un discurso fuera de la realidad, ya que se trata de un asunto de seguridad pública en donde están en juegos intereses económicos vinculados a los cárteles.
Por último, consideró que hasta el momento la reacción de la autoridad ha sido la necesaria, sobre todo al reforzar la seguridad en las calles con más elementos de la Guardia Nacional y el Ejército, pero todavía no es posible evaluarla porque la eficacia se notará una vez que “pase la euforia” por los atentados.