Por Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 27 DE SEPTIEMBRE DE 2022.- En cinco días se cumplirá el primer año de gobierno de los alcaldes morenistas de los cinco ayuntamientos de Baja California y por como andan las cosas, el balance es bastante negativo.
La inseguridad en los principales municipios de la región, Tijuana, Mexicali y Ensenada, es cada vez más grave, pero lo más alarmante es la falta de coordinación entre los tres órdenes de gobierno.
Particularmente en Tijuana, la situación es más compleja de lo que parece, porque ni siquiera se han podido poner de acuerdo en el tema de la coordinación.
La alcaldesa Monserrat Caballero Ramírez, debe o debería pensar en realizar ajustes en materia de seguridad pública, porque los resultados hasta hoy obtenidos han dejado mucho que desear.
La descoordinación entre estado y municipio se agudizó cuando el hermano de la alcaldesa, fue “detenido” por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, desde ese “malentendido” no ha mejorado la relación Estado – municipio.
En Tijuana, por cierto, ya se cumplió un mes desde que quedó acéfala la subdirección de la Diversidad y aún no hay nombramiento del nuevo o nueva titular.
Al parecer ese espacio puede quedar vacante por lo que resta de la administración, pues es evidente que no es una oficina que aporte a la administración pública que encabeza Monserrat Caballero y si ya hicieron el nombramiento, no han actualizado el directorio de la página del ayuntamiento.
De procesos internos en los partidos políticos
Apenas el fin de semana se realizó el proceso interno para elegir a los dirigentes de los cinco comités directivos municipales del PAN en Baja California.
Hasta donde se pudo observar, se vivió una “sana competencia” en el albiazul, hubo participación de la militancia -la poca que queda – como no se veía desde hace varios años.
Los panistas bajacalifornianos eligieron a tres mujeres y dos hombres como dirigentes partidistas, o sea, las mujeres siguen ganando terreno en la política
En Tecate (candidata única) resultó ganadora Jenny Nahoul; en Ensenada, María del Carmen Íñiguez y en Rosarito América Soto; mientras que en Tijuana, Christopher Domínguez y en Mexicali, Alejandro Cota.
A diferencia de lo que ocurre en Morena, en el albiazul, se vivieron procesos democráticos, en donde los aspirantes contrastaron sus propuestas.
El panismo regresó a sus orígenes, tarde se dieron cuenta que el partido entró en un proceso de descomposición, terminó por corromperse y lo más importante, perdieron la confianza de los ciudadanos.