Por: Adán Mondragón
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 25 DE OCTUBRE DE 2022.- En su más reciente visita a Baja California, Adán Augusto López Hernández, secretario de gobernación, afirmó que el tema de seguridad no es cuestión de recursos, sino de coordinación entre los tres órdenes de gobierno.
Los hechos le dan la razón al tabasqueño y exhiben que por lo menos en este 2022 no hay coordinación entre federación, estado y el gobierno de Tijuana.
Dinero hay. Tijuana, la ciudad más poblada del país con casi dos millones de habitantes -si no es que más, porque diario llegan paisanos con la esperanza de salir adelante-, lo acabamos de ver en la pasada sesión extraordinaria de cabildo -del 19 de octubre- con la se aprobación de transferencias y ampliaciones presupuestales a la secretaría de seguridad ciudadana.
Los ediles de MORENA, PesBC, PAN, PT y lo que queda del PRI, le aprobaron a la policía de Tijuana 6.68 millones de pesos para un par de drones y 20 radares de velocidad.
También una ampliación de 12 millones de pesos para la compra de refacciones para las patrullas y para el pago de los servicios de mantenimiento de las unidades, aunque se supone que por eso se rentan.
En la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tijuana se maneja un presupuesto superior a los 232.50 millones de pesos, si la inseguridad tuviera que ver con los recursos, en Tijuana los índices delictivos tendrían que ser mínimos.
Sin embargo, cada vez son más frecuentes los asesinatos -más de 1,500 en el año- y los robos a plena luz del día, en la mayoría de estos hechos delictivos los delincuentes logran la huida. Uno pudiera pensar que por tener gobiernos (federación, estado y municipio) emanados del mismo partido habría coordinación, la realidad dice todo lo contrario.
Y efectivamente, la seguridad no es cuestión de recursos.
La crisis en Issstecali y la afectación a más de cinco mil trabajadores
Entre los empleados sindicalizados del gobierno de Tijuana y del estado hay un ánimo de inconformidad y enojo por la situación que se vive en el Issstecali.
En los servicios de seguridad social para los trabajadores del estado, hay por lo menos unas cinco mil cirugías, de mayor o menor grado de dificultad que se han pospuesto por falta de recursos humanos.
Los trabajadores del estado, que cada catorcena reciben un descuento vía nómina para las aportaciones de seguridad social, no son atendidos porque los médicos renuncian por falta de pago o son despedidos cuando pretenden sindicalizarse.
Mientras tanto, miles de trabajadores recurren a los servicios privados para atender sus dolencias, porque en el servicio médico, les retrasan las citas o les posponen las cirugías.
Más detalles en breve…