Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 22 DE NOVIEMBRE DE 2022.- El sismo de 6.1 grados que se produjo la mañana de este martes es un recordatorio natural para las ciudades de la costa oeste de Baja California, de que deben revisar sus estructuras para evitar una catástrofe, sobre todo porque el epicentro se registró a menos de 50 kilómetros de distancia.
En entrevista Luis Humberto Mendoza Garcilazo, investigador del departamento de Sismología del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, explicó que el epicentro se produjo en una falla considerada desde hace varias décadas como inactiva y que no tiene relación con el que más tarde sacudió el Valle de Mexicali.
Añadió que el movimiento telúrico de esta mañana provocó aceleraciones en Ensenada, Tijuana y Mexicali, muy bajas de las consideradas apenas perceptibles para el cuerpo humano, aun así, fue de una intensidad importante por lo que ya se unió a otra falla que termina en Punta Colonet, que es más activa.
Recordó que, tras el movimiento, las ciudades de Tijuana, Rosarito, Ensenada y San Quintín deben prestar atención a las edificaciones, ya que existe la posibilidad de que se presente un movimiento telúrico de similar intensidad que podría afectar las construcciones que no estén preparadas para soportar la sismicidad.