Por Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA A 19 DE DICIEMBRE DE 2022.- En estado de ebriedad y armado llegó el policía Jonathan Maqueda la madrugada del domingo 18 de diciembre a casa de su aún esposa Nayeli González Rodríguez, la golpeó tras revisar su teléfono, después la subió a la fuerza a una camioneta, la mujer pudo escapar con ayuda de trabajadores de un mercado sobre ruedas.
Nayely explicó que desde hace once meses se separó de Jonathan, con quien se casó hace trece años y con el procreó tres hijos de 11, 10 y 8 años, la relación terminó porque el oficial de la Policía Municipal de Tijuana era violento en ella y sus niños desde entonces trató de llevar una relación amigable con el padre de sus hijos.
Recordó que mientras la golpeaba gritaba que como es Policía Municipal “tú sabes que no va a proceder porque no son heridas que duran más de 15 días, yo mismo te llevo para que me denuncies, no me van a hacer nada”, aclaró que los golpes comenzaron al encontrar fotos de un amigo en el teléfono celular.
“Rompió mi cancel se metió a mi domicilio y empezó a buscar por toda la casa si yo tenía otra persona o un hombre ahí, al ver qué no había nadie agarró mi teléfono, tenía fotos con un amigo, y de ahí me empezó a golpear, pues en realidad su intención no quiso nada más golpearme, él me quería matar”, narró.
Tras golpearla el oficial que en ese momento estaba fuera de servicio la subió a una camioneta y la amenazó que la llevaría a un cerro para deshacerse de ella, asustada, con la ayuda de trabajadores del mercado sobre ruedas que se instala en Casas Beta logró liberarse, aunque en el forcejeo la intentó sujetar jalándola del cabello.
“Un muchacho al que yo le agradezco mucho porque fue el que se acercó y dijo no tienes por qué golpearla déjala, me jaló de las piernas y en eso se acercaron dos señoras más ayudarme pero él no me soltaba que tenía agarrada del cabello, me quería llevar a fuerza, cuando la gente me empezó a bajar de la camioneta él se dio a la fuga, la gente del sobre ruedas me dio un suéter y un pants, yo iba en short y en camisa de tirantes, eran ya las 6 de la mañana”.
Tras liberarse la mujer acudió a la Agencia del Ministerio Público a interponer su denuncia pero no le asignaron el Número Único de Caso ya que el personal de la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales le justificó que no lo podían hacer por tratarse de oficiales de guardia por lo que regresó este día a continuar con el proceso.