Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 20 DE DICIEMBRE DE 2022.- Los asesinatos en contra de personas de la diversidad sexual continúan invisibilizados, pese a que en la mayoría de los casos se trata de homicidios cometidos con mucha saña, pero la autoridad no los clasifica como crímenes de odio.
En entrevista, la activista Julia Gloria Martínez, integrante Victoria BC, organización que ofrece atención integral a personas con VIH, lamentó que, al igual que otros crímenes que se cometen en la ciudad, los que se cometen en contra de personas de la diversidad sexual se mantienen impunes.
Recordó que los crímenes de Alicia Díaz y Jeannine Huerta, ambos cometidos con saña, tienen más de dos años en la impunidad y reconoció que la comunidad diversa mantiene el mismo sentimiento que el resto de las familias de las víctimas de homicidio.
Lamentó que no exista una estadística real de las personas con distintas preferencias que son víctimas de homicidio, porque la autoridad responsable de las investigaciones no define esa calidad, algo que sí hacen los activistas, pero es muy difícil que las familias acepten esa condición de los fallecidos.
De acuerdo con el Observatorio de Crímenes de Odio contra personas de la comunidad LGBT que realiza la Fundación Arcoíris, el año pasado en Baja California asesinaron al menos a diez personas de la comunidad y se desapareció a una, mientras que durante este año se tiene registro de cinco asesinatos y tres desapariciones.