Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 8 DE JUNIO DE 2023.- Apenas han transcurrido ocho días del mes de julio y en la ciudad ya fueron asesinadas por lo menos 50 personas hasta esta mañana.
El secretario de Seguridad Ciudadana del municipio de Tijuana, Fernando Sánchez González, informó que ocho de cada diez homicidios tienen relación con la venta de droga al menudeo.
Para la autoridad es claro que el principal problema que enfrentamos es el de la violencia que produce el consumo de sustancias consideradas prohibidas, amén de las muertes por sobredosis.
La Cruz Roja, por su parte, reporta que recibe en promedio 80 llamadas mensuales para atender casos por sobredosis, la mayoría de las personas que enfrentan esas crisis tienen características de haber consumido fentanilo, aunque también hay casos de otros opioides.
No se requiere de un análisis muy profundo para darse cuenta de que las adiciones en la ciudad son causa de un grave problema, aun así, el presupuesto se destina a otras cosas que parecieran mucho menos importantes.
Según el presupuesto de egresos aprobado para el presente ejercicio fiscal, el Instituto Municipal Contra las Adicciones tiene aprobado un techo financiero de 14 millones 34 mil 186 pesos, la mayoría se destinará al pago de salarios.
En contraparte, y de acuerdo a las últimas transferencias, el gobierno de Tijuana gastará en promover la imagen de la alcaldesa 82 millones 859 mil 242.12 pesos, dinero que no generará ningún beneficio para la ciudad.
En la repartición del gasto público donde se pueden apreciar las prioridades para el gobierno de la ciudad, resultando que la imagen de la alcaldesa es 68 millones 852 mil 65.12 veces más importante que resolver el problema de las adicciones.
La violencia que se ha desatado en la ciudad en los últimos meses se debe a la pugna entre bandas que se dedican al narcomenudeo, ellos pelean por el control de territorios en los que hay mercado para su producto, aseguraron autoridades de la Policía Municipal.
En la medida en la que existan consumidores de drogas, las bandas que comercian con esos productos pelearán por el mercado y ellos no son de juicios o procesos judiciales, son personas que resuelven sus diferencias a balazos.
De nada servirá que se llene la ciudad de policías ya que mientras exista quien quiera comprar algo, habrá alguien que se lo venda. La solución sería como en cualquier negocio que no exista mercado y para ello no debe existir un programa eficiente de tratamiento y prevención de adicciones.
Atender ese problema resultaría de mucho más beneficio público que la promoción de la imagen de la alcaldesa; el gasto en publicidad daría resultados reales si se destinara el presupuesto de promoción a la prevención y tratamiento de adicciones.