Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 17 DE AGOSTO DE 2023.- El miércoles 16 de agosto el presidente Andrés Manuel López Obrador prefirió hacer un chiste como postura sobre la privación de la libertad y presunto asesinato en Lagos de Moreno, Jalisco.
El chiste que contó el presidente López Obrador versaba sobre un hombre que decía que no escuchaba a su esposa, pero al final sí la oía y decidía sobre una solicitud que el marido le resultaba conveniente.
Aunque fue criticada duramente en redes sociales, contar una charra cuando la pregunta era sobre un tema serio, es realmente la forma de contestar del mandatario mexicano, de hecho, es así como fija postura en su forma de ser.
Ante el caso de los cinco jóvenes de Lagos de Moreno y los 13 cadáveres encontrados congelados en Veracruz, Andrés Manuel López Obrador no ha encontrado la forma de culpar a sus antecesores, por eso prefiere hacerse el gracioso, porque no tiene una respuesta adecuada para los ciudadanos.
A unos días del Quinto Informe, la administración de López Obrador entrega malas cuentas en materia de seguridad, situación que se refleja en la mayoría de las entidades como Baja California.
El 18 de septiembre de 2020 ya había mostrado una actitud similar cuando se burló de 45 masacres que habían sucedido ese año y los datos contrastaban con el informe que había presentado apenas unos días antes: ¡Ahí están las masacres, je je je! Dijo mostrando la portada de un diario que reseñó cada una de ellas.
La actitud de desinterés por la estrategia de seguridad que no ha dado resultados es replicada en los estados gobernados por políticos emanados del mismo partido que el presidente, las respuestas cuando son cuestionados por homicidios y desapariciones son igual de huecas que las burlas del jefe del Ejecutivo.