Por: Octavio Fabela Ballinas
TIJUANA, BAJA CALIFORNIA, A 30 DE NOVIEMBRE DE 2023.- Para combatir la inseguridad, la principal estrategia es ganarse la confianza de los ciudadanos, a partir de ahí se pueden lograr muchas cosas, las autoridades de Baja California saben, pero no reconocen, que la población desconfía de ellos.
No es nuevo, ha sido desde hace muchos años la percepción generalizada de que los oficiales de que todas las corporaciones están ligados a los criminales, en algunas épocas eso ha sido más que evidente que en otras, pero nunca desparece por completo.
Agentes de la Fuerza Estatal de Seguridad Pública detenidos por presunto trasiego de droga hacia los Estados Unidos y más recientemente el robo de una importante cantidad de droga se acumulan a las causas de la desconfianza.
De acuerdo con la fiscal general de Baja California, el video que circuló en redes sociales es un hecho real y en él se ve cómo policías municipales, oficiales estatales y hasta efectivos de la Guardia Nacional salen de la privada Altitud 58, en el fraccionamiento El Lago con presunta droga que nunca consignaron.
Hasta hoy, supuestamente ese robo ya costó la vida de un policía municipal y un efectivo de la Agencia Estatal de Investigación, además de atentados en contra de los edificios de la Fiscalía General de la República y de la Fiscalía General del Estado. La autoridad reconoce que hasta separó de su cargo a las personas involucradas, pero no dice dónde quedó la droga que se presume fue robada.
Lo único que queda claro es que es muy laxo el sistema de evaluación de los oficiales de las distintas corporaciones, tan endeble que pueden participar en actos irregulares sin ser detectados y ante la falta de una sanción es más fácil volver fallar, finalmente, ¡no pasa nada!
Y mientras los sistemas de control y confianza de los responsables de combatir la inseguridad sufren la falta de recursos para, por ejemplo, aplicar controles antidopaje, quienes nos gobiernan están más preocupadas en asuntos políticos y competir por quién construye el parque más grande.
A las gobernantes de Baja California y de Tijuana les hace falta dar prioridad a las cosas que necesitamos los ciudadanos; actualmente la seguridad es un tema esencial, pero parece que ellas viven en un estado y una ciudad distinta. Al menos, eso es lo que parece.
En los últimos días la alcaldesa ha presumido avances en la construcción de un parque en el Cerro de las Abejas, la obra que contempla la rehabilitación de 47.6 hectáreas tiene proyectada una inversión de 200 millones de pesos.
Por su parte Marina del Pilar Ávila Olmeda presume haber gastado ya 150 de 300 millones que prevé costará el parque Esperanto, en el vaso de la presa Abelardo L. Rodríguez.
Son 500 millones de pesos que no se invirtieron en la prioridad que tiene el estado que es la seguridad. Cuestión de enfoques.
